¡Descarga la app!

Accede a más contenido como este.

“Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación,porque Dios ama al que da con alegría”

2 Corintios 9:7

La solidaridad del Espíritu Santo


El poder ayudar a un otro es parte de la misión de Jesús. Puede darse de diversas formas y se mostrará como una prueba de amor hacia Dios Padre. Una sensación interna recorrerá nuestro ser cuando podamos percibir la satisfacción del que más lo necesita al recibir nuestra colaboración. Sin obligaciones ni esperando nada a cambio, dar por dar se convertirá en un vínculo entre nosotros y el Señor.Poder soltar y donar sin que nos genere pesares o tristeza será reconocido como un acto de Fe. Se trata de un ejercicio en el que notaremos una progresión necesaria. Requiere una entrega absoluta cediendo por completo nuestro foco individual, centrando la mirada en aquellos que realmente estén necesitando de nosotros.