Abril es un mes que nos permitirá acercanos al camino de la luz y el amor. Encuentra en los siguientes versículos la guía necesaria para comenzar tu viaje.

"¿Quién es sabio y entendido entre ustedes? Que lo demuestre con su buena conducta, mediante obras hechas con la humildad que le da su sabiduría." Santiago 3:13

A veces recibimos invitados en nuestra casa. Planeamos cómo agasajarlos, qué convidarles para comer y beber. Pensamos también de qué temas hablaremos para que disfruten de la compañía, cómo hacer de esa visita un momento agradable para todos.

Deseamos que se sientan muy a gusto en nuestra casa, no importa cuán sencilla sea, y que sientan deseos de quedarse un poco más, o de regresar pronto. Saber que quienes han llegado a nuestra casa, han sido bien acogidos, nos hace felices. ¿Actuamos igual con el Señor? ¿Abrimos nuestro corazón hacia el Espíritu Santo?

"Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca." Mateo 7:24

No siempre recibimos al Señor como lo hacemos con quienes recibimos en nuestra casa. A menudo ponemos cierta distancia con la Fe, tratamos con frialdad, fingimos una cercanía que no es real con nuestro Padre Celestial.

No nos es fácil evitar este despliegue defensivo, que solemos armar cuando tememos no poder estar a la altura del Salvador. Ponemos distancia de inmediato por temor a parecer incapaces de seguir adelante por su camino de luz.

El problema es que los hacemos desistir de todo acercamiento. La vida nos ha vuelto en exceso a manejarnos con cautela y con mucha precaución. Nos olvidamos del amor infinito de Dios. Muchas veces ponemos excesiva distancia con Él. Lo ahuyentamos, sin quererlo, nos olvidamos de comunicarnos en oración con nuestro Padre Celestial para recordarle lo mucho que lo extrañamos. Tienes la capacidad ahora de realizar esa apertura necesaria de reconexión con el Espíritu Santo ahora mismo.

"A ti, Dios de mis padres, te alabo y te doy gracias. Me has dado sabiduría y poder, me has dado a conocer lo que te pedimos, ¡me has dado a conocer el sueño del rey!" Daniel 2:23

Todas y todos tenemos algo para dar, y también apreciamos recibir. Para que este intercambio sea equilibrado en todo sentido, las personas debemos sentirnos confiadas ante la presencia del Señor. nuestro invitado de honor en la vida.

Es en esta relación donde se dan los intercambios más importantes y profundos en nuestro recorrido de Fe.

Si no sientes esta emoción y estos sentimientos en tu ser interior, tampoco prosperará nada en tu torno. Como el sol que hace crecer las plantas, la confianza es un bien muy preciado que se da sin pedir a cambio. Así nos lo enseña Jesús en la cruz para quienes llegan a nuestra morada, a nuestro corazón.

Si no aprendemos a confiar en el Espíritu Santo, nada prosperará a nuestro alrededor. Pero confiar no significa abandonarse, sino todo lo contrario. Así como elegimos a quien invitamos a nuestra casa, elegiremos obrar con las bendiciones recibidas por parte de Dios. Nuestro Señor nos bendice siempre, nos acompaña y escucha en todo momento y nos permite disfrutar buenos momentos en familia y con seres queridos.

"¿Acaso no lo sabes? ¿Acaso no te has enterado? El Señor es el Dios eterno, creador de los confines de la tierra. No se cansa ni se fatiga, y su inteligencia es insondable." Isaías 40:28

Comienza este nuevo mes de Abril con un pensamiento distinto. Comienza a conectarte con el Espíritu Santo ahora mismo, en tu espacio propio, intentando darte cuenta realmente cómo abrir sinceramente tu vínculo hacia Dios. Contempla el hecho de que quizás ya tienes una apertura hacia el Señor en plenitud. De ser este tu caso, la recomendación es poder acercarte a las personas que conoces y te rodean con este mensaje: no se sientan en soledad, ya que nuestro Padre Celestial está siempre junto a cada hijo e hija, guiándonos en las decisiones que tomamos.