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La Protección Que Necesitamos Para Avanzar

Aprende a generar en la oración un camino de protección eterna. Descubre en los siguientes versículos el modo de atraer las bendiciones necesarias mediante la oración.

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“El es el que hizo la tierra con su poder, el que estableció el mundo con su sabiduría, y con su inteligencia extendió los cielos.” Jeremías 51:15

En cada palabra que pronunciamos y en cada acción que emprendemos, reflejamos nuestra profunda conexión con la fe en Jesús. A través de la oración y la devoción constante, mantenemos viva la llama de nuestra espiritualidad, recordando siempre que somos hijos e hijas amados de un Dios misericordioso.

Es en los momentos de mayor desafío cuando más necesitamos recurrir a la fortaleza que nos brinda nuestra fe. Como una gran familia global, nos apoyamos mutuamente en la oración y en el amor de Cristo, encontrando consuelo y esperanza en medio de las pruebas y tribulaciones.

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“Entrad por sus puertas con acción de gracias, y a sus atrios con alabanza. Dadle gracias, bendecid su nombre.” Salmos 100:4

Cuando nos encontramos perdidos en el desierto de la vida, anhelando una señal de esperanza, recordamos que Dios está con nosotros, guiándonos con su luz y protegiéndonos con su amor eterno. A través de las palabras sagradas y la comunión con el Espíritu Santo, encontramos el camino hacia la paz interior y la salvación.

Cada día es una oportunidad para fortalecer nuestra relación con Dios y vivir de acuerdo con sus enseñanzas. Al cultivar una vida de oración y servicio, nos convertimos en testigos vivientes del poder transformador del Evangelio, llevando la luz de Cristo a aquellos que más lo necesitan.

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“El Señor es mi roca, mi fortaleza y mi salvador; mi Dios es mi roca, en quien encuentro protección. Él es mi escudo, el poder que me salva y mi lugar seguro” Salmos 18:2

Así que, mientras continuamos nuestro viaje de fe, recordemos siempre que no estamos solos. Dios está con nosotros en cada paso del camino, guiándonos con su amor y sosteniéndonos con su gracia. Mantengamos viva la llama de la esperanza y compartamos el mensaje de salvación con el mundo, para que todos puedan experimentar la alegría y la paz que provienen de una vida en Cristo. Amen.

Debemos tener siempre presente a Dios en cada momento y en cada lugar. Su Palabra nos enseña a ir más allá de las nubes que ocultan al sol, a ver más allá del árbol que obstaculiza nuestra visión del bosque. En Él encontramos consuelo en la incertidumbre, luz en las tinieblas y paz para enfrentar la violencia y el dolor que nos rodea.


“Ciertamente El asombrará a muchas naciones, los reyes cerrarán la boca ante El; porque lo que no les habían contado verán, y lo que no habían oído entenderán.” Isaías 52:15

Dios es nuestro faro y nuestra fortaleza, la guía que nos conduce hacia un puerto seguro, sin importar el escenario o la situación. Jesús está presente en nosotros y en aquellos que nos rodean, como hermanos y hermanas de Fe. La oración es el puente que nos conecta con la Gloria de Dios y las bendiciones que su hijo Jesús promete a aquellos que lo buscan como un amigo protector y guía fiel en los momentos más difíciles de la vida.

En la unidad de la Fe, encontramos la fuerza y el consuelo que necesitamos para transitar el camino de la vida con esperanza y alegría. Somos una familia global, unidos por el amor a Dios y la devoción a Jesús, nuestro Salvador. Que la fe que nos une sea la luz que ilumine nuestros pasos y nos conduzca hacia la vida eterna.




Versículo diario:


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