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Despeja las Dudas en tu Vida

Nos toparemos con algunos desafíos que nos envía nuestro Padre: siempre intentemos aprender de cada uno de ellos. Explora en el siguiente artículo el camino que podemos tomar ante las tentaciones.

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“Luego añadió: —Lo que sale de la persona es lo que la contamina. Porque de adentro, del corazón humano, salen los malos pensamientos, la inmoralidad sexual, los robos, los homicidios, los adulterios, la avaricia, la maldad, el engaño, el libertinaje, la envidia, la calumnia, la arrogancia y la necedad. Todos estos males vienen de adentro y contaminan a la persona.” Marcos 7:20-23

Transitando el camino del Señor, muchas veces nos encontramos ante situaciones difíciles que a menudo se ven representadas por la tentación. Es en esos momentos cuando verdaderamente Dios nos pone a prueba no sólo a nosotros como personas a hijos suyos, sino también aquellos dones con los que Él nos ha agraciado.

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“Ustedes no han sufrido ninguna tentación que no sea común al género humano. Pero Dios es fiel, y no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que puedan aguantar. Más bien, cuando llegue la tentación, él les dará también una salida a fin de que puedan resistir.” Corintios 10:13

La tentación provoca en nosotros sentimientos de culpabilidad, los cuales nos desaniman al pensar que Si fuéramos mejores hijos de Dios, no tendríamos estos pensamientos. Es importante que tratemos de mejorar día a día orando a corazón abierto, recordando que la oración no elimina la tentación, pero sí nos acerca más a Dios, y Él nos da poder para vencerla. Vencer la tentación es una decisión personal que debe ser firme y contundente. Jesús nos dejó el secreto para vencer cualquier tentación: Su palabra.

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“Por tanto, no reine el pecado en vuestro cuerpo mortal para que no obedezcáis sus lujurias; ni presentéis los miembros de vuestro cuerpo al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia. Porque el pecado no tendrá dominio sobre vosotros, pues no estáis bajo la ley sino bajo la gracia.” Romanos 6:12-14

Cuando nos encontremos cara a cara frente a la tentación nunca debemos preguntarnos qué debemos hacer: Dios ya lo ha dejado claro en las escrituras y nos ha dado su espíritu para guiarnos y fortalecernos. Es un error no tomar en serio la tentación: muchos de los que han sucumbido ante ella creyeron que eran lo bastante fuertes para resistirla.

Es por eso entonces que es de vital importancia alejarse de todas aquellas situaciones que puedan devenir en tentación, comenzar a dar gracias a Dios con una vida alejada del pecado.


El que habita al abrigo del Altísimo se acoge a la sombra del Todopoderoso. Yo le digo al Señor: «Tú eres mi refugio, mi fortaleza, el Dios en quien confío». Salmo 91: 1-2

Por supuesto que la tentación siempre estará ahí agazapada en la oscuridad, pero también la fortaleza de Dios estará ahí siempre y cuando nos mantengamos en continua comunión con el Señor a través de la lectura de su palabra y la oración, su luz brillará sobre las sombras y nos alejará de la tentación.




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