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Cambiando la Vida Rutinaria

Algunas veces tenemos que tomar un rumbo diferente y novedoso para poder sentirnos en plenitud con el Espíritu Santo. Explora el siguiente artículo para abrir tu corazón y sanarlo.

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“Como no se dejaba persuadir, nos callamos, diciéndonos: Que se haga la voluntad del Señor.” Hechos 21:14

En la travesía de la fe, muchos se preguntan cómo discernir la voluntad de Dios en sus vidas. Sin embargo, este propósito no es un enigma impenetrable; más bien, es un llamado a conocer más profundamente a nuestro Creador, a ser dignos de Su amor y a servirle con devoción.

La guía para seguir la voluntad divina se encuentra en la vida y enseñanzas de Jesucristo, quien no solo proclamó este mensaje, sino que lo vivió con sus actos y milagros. La revelación de la voluntad de Dios no requiere de señales extraordinarias o visiones celestiales. Más bien, se encuentra en la Palabra escrita, en las páginas de la Biblia, donde Dios nos comunica Su mensaje para todos sus hijos e hijas.

A través del estudio y la reflexión de las Escrituras, podemos encontrar la senda que Él ha trazado para nosotros. Dios anhela que descubramos Su propósito para nuestras vidas mediante el entendimiento de Su Palabra y el uso de nuestra capacidad de discernimiento.

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“os haga aptos en toda obra buena para hacer su voluntad, obrando Él en nosotros lo que es agradable delante de Él mediante Jesucristo, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.” Hebreos 13:21

Es esencial dedicar tiempo a escuchar la voz de Dios en todas sus formas de comunicación: a través de la lectura de las Escrituras, la oración y la contemplación de la creación que nos rodea. Cada momento de quietud y cada encuentro con la Palabra nos brinda una oportunidad para recibir la dirección divina. Al encomendarnos a Dios antes de dormir y al comenzar cada día con oración, abrimos nuestro corazón para recibir Su guía.

Cuando buscamos entender la voluntad de Dios, es fundamental estar atentos y receptivos a Su voz. Escuchar a Dios requiere fe, honestidad y disposición para obedecer. Estamos llamados a interpretar Su mensaje con humildad y a actuar con valentía, sin importar la dificultad de Su llamado. Recordemos que las pruebas que enfrentamos son oportunidades para crecer en Él y para llevar Su luz a quienes nos rodean.

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“Y no os adaptéis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente, para que verifiquéis cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, aceptable y perfecto.” Romanos 12:2

Descubrir la voluntad de Dios implica una entrega total de nuestro ser a Su servicio. Al seguir el ejemplo de Jesús y buscar Su dirección en todo momento, nos acercamos más a comprender y vivir en plenitud el propósito divino para nuestras vidas. Que cada paso que demos refleje nuestra búsqueda constante de la voluntad de Aquel que nos creó y nos ama incondicionalmente.

La lectura de la Biblia, como lámpara que ilumina nuestro camino, nos brinda las herramientas necesarias para interpretar las señales que Dios nos envía a través de su palabra. Al meditar en las Escrituras, podemos encontrar paralelismos con nuestras propias vidas, descubrir principios universales y discernir la dirección que Él anhela que tomemos.

La reflexión profunda, como brújula que nos orienta, nos permite conectar nuestra intuición, nuestros valores y nuestra fe con las señales que Dios nos presenta. Es en este espacio de introspección donde podemos discernir con mayor claridad el camino que Él tiene trazado para nosotros.


“Si alguien quiere hacer su voluntad, sabrá si mi enseñanza es de Dios o si hablo de mí mismo.” Juan 7:17

Resulta de suma importancia recordar que la voluntad de Dios no siempre coincide con nuestros deseos o expectativas. En ocasiones, su voluntad puede desafiarnos, llevarnos a lugares inesperados o exigirnos sacrificios. Sin embargo, debemos tener la fe y la confianza de que su voluntad siempre es perfecta y conduce a un bien mayor en nuestras vidas.

En este camino de búsqueda y discernimiento, es fundamental cultivar la humildad, la docilidad y la apertura al Espíritu Santo. Debemos reconocer nuestras limitaciones, aceptar que no siempre tenemos todas las respuestas y estar dispuestos a recibir la guía divina con un corazón abierto y receptivo.

Sigamos el ejemplo de Jesús, quien con perfecta obediencia y entrega a la voluntad del Padre, nos mostró el camino a seguir. Que su ejemplo nos inspire a buscar con ahínco la voluntad de Dios en nuestras vidas, a seguirla con convicción y a encontrar en ella la plenitud y la paz que solo Él puede ofrecer.




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