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El propósito del Señor constituye una búsqueda central que ha motivado e inspirado a innumerables fieles y creyentes durante milenios. ¿Cuál es el plan que el Todopoderoso ha trazado para cada persona? ¿De qué manera podemos descubrir y cumplir su designio en nuestra existencia cotidiana?
"Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza." - Jeremías 29:11
El sendero hacia el entendimiento del designio celestial no debe representar un enigma incomprensible. En realidad, el Altísimo anhela que sus hijos lo conozcan más profundamente, que sean merecedores de su gracia y adoración, y que lo adoren con toda su alma. La llave para comprender y obedecer el propósito del Creador reside en examinar la existencia y las instrucciones del Salvador, quien no solamente predicó acerca del designio celestial, sino que también lo manifestó mediante sus actos y prodigios.
En las Escrituras sagradas, descubrimos una abundancia de instrucciones del Maestro sobre el propósito del Padre. Él nos demostró con su testimonio cómo experimentar una existencia enfocada en la devoción y la dedicación al Eterno y a nuestros prójimos. Sus declaraciones y comportamientos revelaron la esencia bondadosa y compasiva del Creador, junto con su anhelo de que sus hijos experimenten tranquilidad y concordia.
"Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas." - Proverbios 3:5-6
Una de las instrucciones más evidentes del Mesías sobre el propósito divino se localiza en el reconocido fragmento de la Oración del Padre Nuestro. En esta plegaria, el Salvador nos instruye a solicitar que se cumpla la voluntad celestial tanto en los cielos como en la tierra. Nos revela que aquellos que buscan la humildad, la compasión, la reconciliación y la rectitud, son bendecidos y experimentarán la presencia del Altísimo en sus jornadas.
Asimismo, el Maestro subraya la relevancia de venerar al Todopoderoso y estimar al hermano como a nosotros mismos. Nos instruye que toda la Escritura y los mensajeros se condensan en estos dos preceptos esenciales. En términos sencillos, la devoción constituye el sendero hacia el propósito del Señor.
"Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes." - 1 Pedro 5:7
El modelo supremo de la obediencia al propósito celestial se encuentra en la existencia del Salvador. Él ofreció su existencia para la liberación de la humanidad, acatando el diseño divino de redención. Su sacrificio y resurrección constituyen una manifestación de su total dedicación y rendición al propósito del Padre.
Siguiendo el modelo del Mesías, los creyentes pueden aprender a identificar y obedecer el propósito del Creador en sus experiencias. Esto requiere una existencia de intercesión y fellowship con el Altísimo, buscando su orientación y dirección en todas las decisiones trascendentales. La intercesión nos facilita conectarnos con el Espíritu Divino, quien representa nuestro Consolador y Guía celestial.
"Así que no se preocupen por el mañana, porque el día de mañana traerá sus propias preocupaciones. Cada día tiene ya sus problemas." - Mateo 6:34
También podemos analizar y reflexionar en las Sagradas Escrituras para comprender mejor el propósito del Eterno. La Palabra constituye una fuente inagotable de conocimiento y orientación espiritual. A través de sus páginas, podemos conocer los objetivos y diseños del Todopoderoso para la humanidad y para nuestras experiencias individuales.
Resulta fundamental recordar que el propósito divino puede no siempre coincidir con lo que anticipamos o anhelamos. Ocasionalmente, enfrentamos circunstancias complejas o dificultades que no comprendemos. No obstante, debemos tener fe en que el Señor posee un diseño para cada persona y que su propósito siempre busca nuestro beneficio.
La confianza en el propósito del Creador implica una rendición completa y una fe inquebrantable en su bondad y conocimiento. Aunque no siempre comprendamos sus métodos, podemos tener certeza de que Él nos orienta y resguarda constantemente.
En momentos de duda o perplejidad, podemos solicitar la orientación de pastores espirituales y consejeros que puedan brindar discernimiento y conocimiento en la búsqueda del propósito divino. La congregación de creyentes puede representar una fuente de respaldo y orientación en nuestra jornada espiritual.