Comprender el valor de un gesto generoso produce en nuestro corazón una emoción pura. En el siguiente artículo te proponemos maneras para reconectarte con tu generosidad.

"Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría." 2 Corintios 9:7

El ser sociables y bondadosos debe ser por excelencia un valor para los seres humanos en todo el mundo.

Que se pueda vivenciar esa energía corriendo por nuestro cuerpo y nos permita vivir día a día junto al Espíritu Santo nos permitirá conectar con nuestros intereses más profundos.

Necesitamos de la Fe y la oración para habitar cualquier espacio, para hidratar y refrescar el alma, regar los pensamientos y dar de beber a nuestros sentimientos

Incluso cuando buscamos incansablemente el refugio del Señor, volveremos a experimentar esa sensación de volver a nuestra casa, a nuestro espacio junto al Señor.

"El que le suple semilla al que siembra también le suplirá pan para que coma, aumentará los cultivos y hará que ustedes produzcan una abundante cosecha de justicia." 2 Corintios 9:10

Cuándo no podemos alcanzar ese grado de bondad deseado,  ¿cómo podemos responder a esa necesidad interior?

La herramienta está en cada ser que siga de cerca a Dios. La capacidad de adaptarnos cuando necesitamos superar alguna adversidad, logramos adaptarnos al ambiente, y aprendemos a esperar a que el Señor nos envíe una bendición al camino recorrido.

Por momentos, al intentar escucharnos y volver a reconocernos, nos  mirarnos muy profundamente y encontramos la verdadera conexión con el Padre Celestial.

Poner bien el foco para no olvidar que somos un milagro de su creación y que Él desea prosperidad absoluta para cada hija e hijo. También nos ayudará a reencontrarnos con otros seres queridos que nos conozcan bien, ya que  aprenderemos de ellas, sabiendo que todos compartimos al mismo guía en la vida.

"Den, y se les dará: se les echará en el regazo una medida llena, apretada, sacudida y desbordante. Porque con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes." Lucas 6:38

Nuestra capacidad de adaptarnos y comprender que en nuestro entorno poseemos todas las herramientas necesarias para poer seguir adelante y recuperar esa hermosa sensación de esperanza, amor y generosidad junto a Dios.

Sepamos que somos seres inmensamente maleables y flexibles incluso en nuestra estructura más microscópica, capaces de modificar nuestras necesidades, nuestras conductas y nuestros deseos, para atravesar un momento de la vida desfavorable y poder seguir adelante el camino de la Fe junto al Señor.

Nuestro cuerpo está en movimiento, listo para cambiar lo que deba ser cambiado en pos de un mayor bienestar y una mejora espiritual.

"Ustedes serán enriquecidos en todo sentido para que en toda ocasión puedan ser generosos, y para que por medio de nosotros la generosidad de ustedes resulte en acciones de gracias a Dios." 2 Corintios 9:11

Si logramos crear una forma de relación positiva y constante con el Señor, tendremos una energía y luz de bondad y generosidad constante para quienes nos rodeen.

Sepamos extender nuestros brazos y nuestras emociones hasta los demás, a quienes queramos y a quienes nos quieran. Estas personas nos permiten mayores hazañas en buenos tiempos, y cuando la sequía llega, atravesarlas lo mejor posible, con paz, amor, respeto y Fe.

Para poder extender tu generosidad, encuentra el momento adecuado para presentarte solidariamente. Con tu corazón abierto y repleto de amor propio, amor por nuestro Salvador y por Dios.