El Agradecimiento Cotidiano es la base fundamental para pode crecer espiritualmente. Comienza día a día con esta rutina de amor y de expansión espiritual.

“Allí él quitará la nube de tristeza, la sombra de muerte que cubre la tierra. ¡Él devorará a la muerte para siempre! El Señor Soberano secará todas las lágrimas y quitará para siempre los insultos y las burlas contra su tierra y su pueblo. ¡El Señor ha hablado! En aquel día, la gente proclamará: « ¡Este es nuestro Dios! ¡Confiamos en él, y él nos salvó!” Isaías 25:7-9

La conexión con nuestros seres queridos es una fuente vital de energía que nos nutre y nos impulsa a seguir adelante en la vida. En momentos de incertidumbre y dolor, el amor y la comprensión que recibimos de nuestras relaciones cercanas nos ayuda a encontrar la fuerza y la esperanza que necesitamos para seguir adelante.

Conocer diversas maneras de profundizar nuestra conexión con la vida y la fe, honrando tanto a las personas que nos rodean como a nuestro Padre Celestial nos ayudará a expandir nuestros límites emocionales y espiriotuales.

Si bien nuestras relaciones familiares y amistosas son fundamentales para nuestro bienestar emocional, no debemos olvidar que nuestra vida también está guiada por Dios.

Al reconocer que ambas partes son importantes y deben ser honradas, podemos lograr una mayor comprensión de nuestro propósito en la vida. Para estar en paz con nuestro Padre Celestial, necesitamos herramientas y acciones que nos ayuden a profundizar nuestra conexión con la fe, como la oración, la lectura de la Biblia y el estudio de devocionales.

“y Él te guiará a Su perfecta voluntad. De hoy en delante debes buscar a Dios de manera daría y hacerle tu sustento. Háblale como un hijo a su padre y Él te responderá.” Gálatas 3:27

Pero también es importante recordar que nuestros seres queridos pueden ser una fuente de conexión y amor. A través de la comunicación sincera y la comprensión mutua, podemos fortalecer nuestra relación con ellos.

La clave es estar presente en el momento y ser consciente de las oportunidades que se presentan para profundizar nuestro vínculo con el amor. Es importante acercarnos a nuestras relaciones con un corazón sincero y un espíritu abierto, y estar dispuestos a escuchar y a entender las perspectivas de los demás.

Cuando estamos frente al Señor, podemos acercarnos a Él con sinceridad y humildad, sabiendo que Él nos conoce y nos guía en su senda de iluminación y Gloria. Él siempre nos escucha y está cerca para darnos paciencia y esperanza para superar cualquier adversidad. 

“Así, todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados a su semejanza con más y más gloria por la acción del Señor, que es el Espíritu.” 2 Corintios 3:18

Del mismo modo, las personas que nos rodean, nuestros amigos y familiares, pueden ayudarnos en cada circunstancia en la que necesitemos hablarles o compartirles una inquietud personal. Es importante estar agradecidos por la luz y las bendiciones que nos hacen llegar estas personas y nuestro Padre Celestial, ya que son nuestras guías infinitas hacia nuestro destino de fe.

La gratitud es una de las claves para avanzar en nuestro camino de luz y salvación. Al enfocarnos en todo lo maravilloso que sucede en nuestra vida y en las bendiciones que recibimos, podemos depositar nuestro corazón en un sentido de gratitud y apreciación. Debemos vivir el presente con intensidad y conciencia, sin preocuparnos por el pasado o el futuro. Debemos estar enfocados en las oportunidades que nuestro Padre Celestial nos otorga para sanar y mejorar en la vida, nutriendo nuestro cuerpo y nuestra alma.

"Mantengamos firme la esperanza que profesamos, porque fiel es el que hizo la promesa." Hebreos 10:23

Comenzar el día con una oración de agradecimiento puede ayudarnos a valorar los espacios que se han convertido en nuestros hogares y el amor que nos ha brindado el Señor.

Si hemos logrado relaciones familiares llenas de armonía y felicidad, es importante valorarlas y recordar siempre la comunión, el amor y la paz que nos une. Aunque aún queden temas y cuestiones por resolver, podemos buscar la forma de mejorar y compartir tiempo en común con cada uno de nuestros familiares y seres queridos. 

El Padre Celestial anhela que cada hijo e hija en la Fe, pueda conectar profundamente con el Espíritu Santo, perdonando, agradeciendo y orando día a día por sus seres queridos, familiares y personas especiales que acompañan el desarrollo de la vida cotidianamente.