El camino para la sanación interior y espiritual nace en ese sentimiento amoroso. Descubre de qué manera puedes acercarte a la luz en el siguiente artículo.

“Y viniendo a él como a una piedra viva, desechada por los hombres, pero escogida y preciosa delante de dios, también vosotros, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a dios por medio de Jesucristo. Pues esto se encuentra en la escritura: he aquí, pongo en Sion una piedra escogida, una preciosa piedra angular, y el que crea en el no será avergonzado. Este precioso valor es, pues, para vosotros los que creéis; pero para los que no creen, la piedra que desecharon los constructores, esa, en piedra angular se ha convertido" - 1 Pedro 2:4-7“

En la vida, todos tenemos una necesidad inherente de producir y entablar vínculos con los demás. Como seres sociales que somos, buscamos profundizar nuestro espíritu y conectarnos con el entorno que nos rodea.

En este proceso, la religión y la Fe pueden desempeñar un papel significativo.

Sin embargo, debemos recordar que la religión no se trata simplemente de equilibrar una balanza de buenas obras para compensar nuestros pecados, ni tampoco de acumular trofeos espirituales. En lugar de eso, lo maravilloso de la relación con la Fe y el Espíritu Santo es que cada uno de nosotros la siente de una manera única y es Dios quien juzgará en última instancia nuestros sentimientos y su presencia en nuestro corazón.

Vivan en armonía los unos con los otros. No sean arrogantes, sino háganse solidarios con los humildes. No se crean los únicos que saben.” - Romanos 12:16

En este sentido, es importante ser prudentes al entablar una conversación o diálogo con los demás. Debemos estar dispuestos a escuchar a la persona que nos interpela y a interactuar de manera articulada, siguiendo las reglas gramaticales del país en el que vivimos. Solo así podremos comprender, asimilar y asociar las palabras que recibimos y emitimos.

Es importante tener en cuenta que existen diferencias entre ser prudente y sensato. Una persona prudente es aquella que habla con cuidado, justicia y cautela, mientras que alguien que es sensato actúa de manera racional y se guía por el sentido común.

Ambas cualidades son importantes y necesarias en la vida, pero en la Biblia se nos enseña sobre aquellos que representan ambos valores de manera más amplia.

“Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará.” - Deuteronomio 31:6

En la vida, tenemos la opción de seguir o no seguir a Jesús como hijo de Dios. Por lo tanto, podemos plantearnos preguntas al Espíritu Santo para diferenciar entre las personas sensatas e insensatas. Aquellos que buscan ser representantes del Espíritu Santo, asistiendo a misa y aparentando ser devotos sin merecer la misericordia de nuestro Padre Celestial, son insensatos.

Por otro lado, aquellos hombres y mujeres prudentes que poseen un verdadero sentido de la Fe como seguidores de Jesús, escuchando y poniendo en práctica la Palabra Santa durante todo momento en el recorrido de sus vidas, son sensatos.

Es curiosa la actitud de aquellas personas que se regocijan sintiendo merecimiento de halagos especiales por expresar abiertamente su Fe. Son aquellos que desean obtener favores en nombre de Dios y que creen que su trato con el Padre Celestial es especial. 

"Sin embargo, es tal tu compasión que no los destruiste ni abandonaste, porque eres Dios clemente y compasivo." Nehemías 9:31

Debemos ser prudentes con nosotros mismos y nuestras acciones, asegurándonos de no alimentar nuestro ego de manera equivocada.

En lugar de ello, debemos buscar profundizar nuestra Fe de manera auténtica y verdadera, siguiendo los valores y las enseñanzas de Jesús.

La Fe pueden desempeñar un papel significativo en nuestras vidas como seres sociales. Sin embargo, debemos recordar que no se trata simplemente de equilibrar una balanza de buenas obras o acumular trofeos espirituales.

Tenemos que tener claridad y buscar profundizar nuestra Fe y la de nuestros seres queridos conectando por medio del amor, el respeto y la ayuda necesaria para las personas que lo requieran.