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Cultivando Diariamente el Amor

Partiendo de la premisa de que si hay amor todo es posible, reconoce diariamente la oportunidad de cambiar. Explora en el siguiente artículo maneras de cultivar tu corazón.

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"Esta es la oración al Dios de mi vida: que de día el Señor mande su amor, y de noche su canto me acompañe." Salmo 42:8

Amando daremos ese mensaje único y valioso que Jesús nos regaló. Nada más importa si no hay amor. No fue otra cosa sino el amor lo que llevó a Dios a entregar la vida de Su único hijo por nuestra salvación; no fue otra cosa que el amor lo que Dios tuvo para con nosotros como para decidir librarnos de pecado, y por supuesto no es otra cosa que el amor lo que día a día nos mueve para luchar por un mundo mejor y más feliz.

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"No alimentes odios secretos contra tu hermano, sino reprende con franqueza a tu prójimo para que no sufras las consecuencias de su pecado. No seas vengativo con tu prójimo, ni le guardes rencor. Ama a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor. Levítico 19:17-18

Ayuda a quienes más lo necesiten, en esos momentos en los que te toca a ti dar consejos para que los demás puedan sobreponerse a un mal momento, por ejemplo.

Sabemos que de nada sirve dar un consejo si aún no lo has probado en ti, o si no ha surtido efecto en ti mismo. Es por eso que es mucho más efectivo primero ver los resultados de lo que luego pondrás en palabras a los demás. Actúa y decide con tu ejemplo y como Dios como Guía universal.

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"Tú, en cambio, hombre de Dios, huye de todo eso, y esmérate en seguir la justicia, la piedad, la fe, el amor, la constancia y la humildad." 1 Timoteo 6:11

Vive tus días en el camino de sanación de tu corazón. No hay manera de estar más seguros de encontrarnos en el camino correcto que viviendo bajo las normas que Cristo vivió. No se trata de vestir túnicas ni andar descalzo por la vida, sino de los ejemplos que leemos en cualquier libro de la Biblia, y que nos enseña a respetar la Sabiduría del Padre Celestial. Todo lo que aprendamos de las Sagradas Escrituras nos ayudará a manejarnos mejor en nuestras propias vidas.

"Precisamente por eso, esfuércense por añadir a su fe, virtud; a su virtud, entendimiento; al entendimiento, dominio propio; al dominio propio, constancia; a la constancia, devoción a Dios; a la devoción a Dios, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor." 2 Pedro 1:5-7

Replica siempre que puedas su mensaje por medio de tus decisiones de vida. Resulta muy fácil llenarnos la boca hablando maravillas del Señor y de todas las obras que ha realizado, pero éstas pierden todo su valor si no las acompañamos con actos de Fe que las respalden.

Es en estos casos en los que el Señor prefiere el silencio de nuestros labios y dar lugar para que nuestros actos hablen por nuestros corazones  y nuestra Fe. Si eres una persona que acompaña al Señor, se percibirá en tu accionar cotidiano.




Versículo diario:


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