¡Descarga la app!

Accede a más contenido como este.

Dar y Recibir Ayuda

Construir un puente entre seres de luz nos acercará hacia el sendero de la felicidad y la bondad. Conoce el modo de reconectar con tu parte más solidaria en el siguiente artículo.

Publicidad


“Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer”. Juan 15:5

La búsqueda de respuestas a preguntas profundas e inquietudes interiores es una constante en la vida humana. Y en ese proceso, la religión se presenta como una fuente inagotable de enseñanzas y reflexiones que nos permiten encontrar sentido y propósito en nuestras vidas.

Poder profundizar en algunas ideas centrales sobre cómo pueden guiarnos en nuestro camino hacia la Bondad y el Servicio nos ayudarán a reencontrarnos con un aspecto quizás algo relegado en nuestro ser interior y en nuestros corazones.

Publicidad


“Traigan a todo el que me reconoce como su Dios, porque yo los he creado para mi gloria. Fui yo quien los formé”. Isaías 43:7

Desde los comienzos fuimos y somos creación de Dios, un ser supremo que nos ha designado un camino y un plan.

Como miembros del pueblo de Cristo, debemos cultivar un espíritu receptivo y humilde para comprender la magnitud de la maravillosa bendición que implica ser elegidos por Él.

Pero esta elección no debe entenderse como una carga, sino como una oportunidad para transitar un camino de buenas obras y amor.

Para cumplir nuestra función bajo el halo de la Gloria eterna de Dios, debemos renovar constantemente nuestro compromiso y nuestra Fe con nuestro Salvador.

La oración y la lectura de las Sagradas Escrituras son herramientas fundamentales para comunicarnos con Él y pedir equilibrio, paz y sabiduría para cumplir nuestra misión.

Publicidad


“Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso.” 1 Corintios 12:18

¿Pero cuál es nuestro verdadero cometido? ¿Cómo saber qué nos está pidiendo nuestro amado Padre?

Estamos aquí para realizar actos de bondad con nuestros hermanos y, dentro de nuestras posibilidades, justicia para el prójimo. Nuestro propósito es ayudar a todos los que lo necesiten, no solo para agradar a nuestro Santo Padre, sino también como herramienta de agradecimiento por las bendiciones recibidas.

Es fundamental desarrollar nuestros talentos y dones y ponerlos al servicio de Dios. Debemos comunicar la Palabra del Señor en cada rincón del planeta con humildad, alegría y perseverancia, recordando que el acto de servir vive en nosotros, así nos ha creado Dios todopoderoso.


“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” Efesios 2:8-10

Pero, ¿cómo podemos llevar a cabo esta misión en un mundo lleno de desafíos y dificultades? La respuesta, según la enseñanza cristiana, está en desarrollar varias características que forman un amplio abanico en el cual deberemos desarrollarnos como seres dignos de la misericordia de Dios.

La mayor de estas características es la humildad. La humildad nos permite reconocer que no somos perfectos y que necesitamos la guía y el amor de Dios para cumplir nuestra misión en la vida.

Ayudar a quienes más lo necesiten es una de las misiones que Jesús nos enseño en la cruz y de la que debemos siempre mantener nuestra mirada puesta.

Es la guía y la luz necesaria que nos conduce a las bendiciones de Dios en cada momento de incertidumbre. Ayudando a hermanos y hermanas en la Fe que nos necesitan de algún modo.




Versículo diario:


Artículos anteriores

Alcanzando la Armonía en Semana Santa

Sin Tu Amor Nada es Igual

Rutinas para Comenzar el Día

La Perseverancia Necesaria

Nada más Importa

La Honestidad nos Salvará