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Despierta Diariamente con una Sonrisa

Sigue los mandamientos de tu Corazón. Encuentra el camino en el siguiente artículo.

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“Por tanto, velad, porque no sabéis en qué día vuestro Señor viene. Pero comprended esto: si el dueño de la casa hubiera sabido a qué hora de la noche iba a venir el ladrón, hubiera estado alerta y no hubiera permitido que entrara en su casa.” Mateo 24:42-43 

Las nuevas generaciones tienen una perspectiva única, diferente a la de los mayores. Si recordamos la importancia de transmitir a los jóvenes los valores de la vida, estaremos iluminando su camino hacia el Señor.

Un pequeño ejemplo, reflejo de nuestro pensamiento y de una decisión consecuente, contribuirá al crecimiento de los corazones de los más pequeños.

Al recordar que ellos son el futuro, se nos presenta una oportunidad para acercarnos y compartir nuestras experiencias, explicándoles el vínculo que tenemos con la fe y el Espíritu Santo. 

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“Después de haberse marchado ellos, un ángel del Señor se le apareció a José en sueños, diciendo: Levántate, toma al Niño y a su madre y huye a Egipto, y quédate allí hasta que yo te diga; porque Herodes va a buscar al Niño para matarle.” Mateo 2:13

Al escuchar sus respuestas, abriremos nuestra mente y recibiremos una mirada fresca y renovada. La juventud vive el mundo de una manera que quizás nosotros, en la actualidad, no logramos percibir. Desde otra perspectiva, los niños y niñas experimentan una cotidianidad de eventos y aprendizajes muy diferentes a los que vivimos en nuestro pasado.

Esto implica que debemos brindarles la oportunidad de escuchar sus voces, comprender sus necesidades y compartir con ellos un universo lleno de enseñanzas provenientes del Padre Celestial.

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“Pero ahora os exhorto a tener buen ánimo, porque no habrá pérdida de vida entre vosotros, sino sólo del barco. Porque esta noche estuvo en mi presencia un ángel del Dios de quien soy y a quien sirvo, diciendo: No temas, Pablo; has de comparecer ante el César; y he aquí, Dios te ha concedido todos los que navegan contigo.” Hechos 27:22-24

La simplicidad y pureza mental de las nuevas generaciones seguramente nos sorprenderá. Su conciencia y apertura espiritual son mucho más amplias de lo que podemos imaginar, por lo que resulta oportuno acercarnos a ellos para renovar nuestra vocación de fe y nuestra esperanza en la construcción de un fundamento sólido junto al Señor.

Comprender que debemos depositar toda nuestra esperanza en estos niños y niñas nos brinda un alivio emocional y un momento de lucidez único que debemos aprovechar al máximo si tenemos la posibilidad de acercarnos y establecer una comunión fraterna con el Espíritu Santo y estas bendiciones en miniatura.


"Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar." Eclesiastés 3:1-3

No debemos desaprovechar la ocasión para transmitirles los aprendizajes que hemos tenido junto al Señor, para que las generaciones jóvenes puedan internalizar desde este momento la importancia del Padre Celestial en sus vidas.

Un pequeño ejemplo, reflejo de nuestro pensamiento y de una decisión consecuente, contribuirá al crecimiento de los corazones de los más pequeños.

De esta manera el Señor habrá concluído su tarea con sus hijos e hijas en la Fe: trasladar su palabra y su enseñanza a las futuras generaciones será parte de la extensión del Espíritu Santo en cada uno de los corazones del mundo.




Versículo diario:


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