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El Fuego Que Recompone el Amor

Claves para comprender el modo de sentir el fuego del amor de un modo único. En el siguiente artículo buscaremos ampliar los horizontes de tu corazón.

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"Grábame como un sello sobre tu corazón; llévame como una marca sobre tu brazo. Fuerte es el amor, como la muerte, y tenaz la pasión, como el sepulcro. Como llama divina es el fuego ardiente del amor." Cantares 8:6

En nuestro día a día podríamos a llegar a sentir que existen muchos pequeños fuegos prendidos a nuestro alrededor, que debemos atender a muchas circunstancias diferentes y prioritarias.

A menudo nos sentimos rodeados de diferentes situaciones que solucionar antes que cualquier cosa. Son como pequeños fuegos que hay que alimentar con leña para que no se extingan, pero vigilar su tamaño para que no se vuelvan peligrosos al crecer mucho. Y nos preguntamos ¿cómo haremos para que todo salga bien, y no quedar agotados por el esfuerzo de tener que atender tantos problemas? 

No debemos olvidar que tenemos la llama del amor de Dios, la única que nunca se apaga y que permanece encendida para cada uno de sus hijos e hijas en la Fe.

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"¡Fíjense qué gran amor nos ha dado el Padre, que se nos llame hijos de Dios! ¡Y lo somos! El mundo no nos conoce, precisamente porque no lo conoció a él." 1 Juan 3:1

El fuego del amor por momentos se vuelve intenso. Si te encuentras en un escenario así es momento de detenerte, respirar hondo y proponerte un modo distinto de vivir el amor en tu corazón. Eres responsable de mantener el fuego prendido, pero debes pensar juntos al Señor, una nueva forma de funcionar, que no represente demasiado esfuerzo para tí. Que la vida sea un aprender cotidiano, donde el amor es un condimente de Fe y esperanza para superar los obstáculos y aprender junto al Espíritu Santo. No se trata de una carrera o una competición, en reliadad se trata de una construcción cotidiana de respeto, apertura espiritual y solidaridad emocional junto a Dios.

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"Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas." Marcos 12:30

Para poder seguir en el camino de luz del Señor y  apostar a diferentes alternativas para cultivar nuestro amor, debemos atender varias tareas, innovando el modo en que nos relacionamos con el Espíritu Santo. Tanto nuestra actitud, como nuestra capacidad de comprender con una mirada puesta en la otra persona, será el primer paso para comprender las necesidades y expectativas que se manejan en nuestro entorno y en nuestro interior. Por momentos lo que anhelamos y buscamos no condice con lo que necesitamos realmente. Debemos escuchar el llamado de Dios y en oración poder comprender y conectar profundamente con nuestras intenciones y ganas de superarnos.


"Que nadie te menosprecie por ser joven. Al contrario, que los creyentes vean en ti un ejemplo a seguir en la manera de hablar, en la conducta, y en amor, fe y pureza." 1 Timoteo 4:12

La diversidad de fuentes de amor en nuestras vidas se multiplican, y sentimos que debemos responder a todas ellas. Si comprendemos que el amor que proviene del Padre Celestial es puro, único y se mantendrá durante toda nuestras vidas. Así es como comprenderemos que no es una obligación transitar junto al Señor, pero que en realidad, siempre estuvimos realizando y avanzando en su plan divino. Ese plan que nos acerca paso a paso a un destino de amor infinito en el templo de los Cielos. Un destino que nos abre los ojos con bendiciones y milagros de Fe que nos ayudan a comprender nuestro rol y papel fundamental a la hora de amar al prójimo y ayudarlo en todo lo que necesite.




Versículo diario:


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