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El Principio del Camino: Dar el Salto

¿Alguna vez pensaste que en realidad hoy mismo puedes dar ese salto de Fe? Aprende en el siguiente artículo la manera de lograr una evolución de tu espíritu ahora.

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"Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas." Proverbios 3:5-6

Las normas existen para ordenar la sociedad, para que exista cierto consenso de lo que se puede o no hacer, de cuáles son los límites. Ahora, ¿te has planteado cuáles son las normas que existen en tu vida espiritual? ¿cuáles son tus estructuras internas que creaste alrededor de la Fe?

Es importante tener guías que te ayuden a llevar la cotidianeidad de una forma racional y ordenada, sin embargo, muchas veces nos atenemos a normas muy rígidas, a preceptos heredados que no nos otorgan la libertad suficiente para poder amar al Señor como realmente nos merecemos.

Poder repensar un poco en tus ataduras mentales que no te permiten sentir en un 100% las bendiciones de Dios te mostrará un camino nuevo de luz. 

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"Cuando cruces las aguas, yo estaré contigo; cuando cruces los ríos, no te cubrirán sus aguas; cuando camines por el fuego, no te quemarás ni te abrasarán las llamas." Isaías 43:2

Si sientes que estás llegando a un límite en el amor que recibes del Padre Celestial tendrás que retomar el camino de un modo que te ayude a reconectar con tu corazón.

Si logramos estar presentes desde ahora con tus emociones hacia el Espíritu Santo, podrás recargar las baterías de tu mente, tu cuerpo y tu alma.

Toma tiempo para sentir realmente la Gloria de Dios y las bendiciones del Salvador en tu interior junto a una energía renovadora. 

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"Por la mañana hazme saber de tu gran amor, porque en ti he puesto mi confianza. Señálame el camino que debo seguir, porque a ti elevo mi alma." Salmo 143:8

Suele suceder en algunos casos que seguimos por el camino sin pensar demasiado, porque nos resulta fácil y sencillo seguir adelante sin pensar realmente en cómo estamos parados frente a la Fe.

También puede suceder que realmente creas que existe algún tipo de obligación o mandato para con el Señor. En realidad fíjate que el contexto nos moldea, nos motiva o nos frena: analiza si estás feliz con tu realidad actual. Si en este momento te sientes a gusto con tu vínculo con el Espíritu Santo. ¿Probablemente tengas algún recuerdo de haberte sentido así antes?

Hoy mismo puedes volver a retomar ese momento donde te sentías a gusto con la presencia del Padre Celestial en tus días. Reforzar las enseñanzas que nos presenta el Señor nos ayudará a ser mejores personas en nuestra comunidad y con nuestros seres cercanos.


"Así que podemos decir con toda confianza: «El Señor es quien me ayuda; no temeré. ¿Qué me puede hacer un simple mortal?»" Hebreos 13:6

Una de las enseñanzas que el Señor nos muestra,  resulta de ser pacientes. Lograr abonar una espera pacífica y encaminada en la Fe para alcanzar ese anhelo o ese objetivo de vida.

No es momento ahora para abrir un frente de batalla en el plano emocional o afectivo. Es tiempo para sentarse a mirar, a observar cómo te sientes, a andar despacio y sin prisas junto al Señor.

Estudia un poco más tu entorno, las personas involucradas en tu espiritualidad y tu modo de vincularte. Es sano para tí en este momento tener tus espacios de conexión con El Señor mediante la oración, por eso no dudes en realizar actividades para tí únicamente.

Crear espacios en el día, será el primer paso para dar esa salto que resta en tu interior hacia el Padre Celestial.




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