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El Reencuentro Esperado

El momento exacto donde todo comienza a equilibrarse en tu interior. Encuentra en el siguiente artículo un puente hacia tu alma.

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“Nadie puede servir a dos señores, pues menospreciará a uno y amará al otro, o querrá mucho a uno y despreciará al otro. No se puede servir a la vez a Dios y a las riquezas.” Mateo 6:24 

Cuando decidimos transitar el camino del Señor, un milagro sorprendente se siente en nuestro corazón y nuestra alma. La transformación del Espíritu Santo se percibe en cada paso, cada día y cada noche que respiramos con esperanza en Jesús.

Escuchando su Palabra, comprendemos que todos sus milagros y bendiciones se encuentran dirigidas a las personas que realmente abran sus corazones hacia la Fe. 

Desde nuestros primeros pasos, las familias y seres queridos que nos rodearon, siempre nos guiaron hacia el gran amor del Señor. El Espíritu Santo guía a estas personas que nos criaron desde siempre, otorgándonos la posibilidad de haber crecido con sus valores y enseñanzas en la Fe.

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“Conozco tus obras. Mira que delante de ti he dejado abierta una puerta que nadie puede cerrar. Ya sé que tus fuerzas son pocas, pero has obedecido mi palabra y no has renegado de mi nombre” Apocalipsis 3:8

Todas las capacidades que tengamos desarrolladas en Cristo, son talentos y bendiciones que Dios nos depositó para que podamos cumplir con su misión de Paz. Él mismo los había colocado en nuestras vidas como instrumentos de transformación y sanación. Debemos recuperar esa conexión profunda de Alma, cuerpo, mente y Espíritu Santo.

Una de las claves para mantenernos por el camino de Dios y volver a comenzar día a día con la Fe, debe ser nuestra humildad. El perdón y el poder reconocer nuestras fallas y errores, denota nuestra sensibilidad para con Dios y su Palabra Sagrada.

El Señor siempre nos mantendrá en un espacio de crecimiento y aprendizaje constante en nuestra cotidianeidad. En cualquier ambiente que nos encontremos, tendremos oportundiades para perdonar, para acercarnos a alguien que necesita ayuda o simplemente para ser instrumentos del Padre Celestial en el camino de todos los hermanos y hermanas.

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“Y ahora, Israel, ¿qué te pide el Señor tu Dios? Simplemente que le temas y andes en todos sus caminos, que lo ames y le sirvas con todo tu corazón y con toda tu alma, y que cumplas los mandamientos y los preceptos que hoy te manda cumplir, para que te vaya bien.” Deuteronomio 10:12-13 

No debemos olvidar que en la Biblia y en cada oportunidad que Jesús pudo en su tránsito terrenal, nos dejaron regalos infinitos. Bendiciones que hoy día son los pilares fundamentales de nuestras creencias y nuestro motor de supervivencia. Junto a Dios hoy comenzará algo maravilloso en tu vida.

Busquemos cada día el momento con Dios; forjemos una vida devocional; leamos la Palabra, llenémonos del Señor, pero por sobre todo, amemos a Dios sobre todas las cosas, que nuestra mente esté llena del Señor, que cada día Dios sea el centro de todo lo que hacemos y entonces, ¡Todo nos será mas fácil!

El camino de la Fe es una senda larga y en ocasiones compleja. Pero, sin duda alguna, es un camino lleno de luz y esperanza que nos lleva a un equilibrio en nuestro interior. En este camino, el Espíritu Santo nos acompaña en cada uno de nuestros pasos, guiándonos hacia la verdad y la sabiduría del Señor.


“Por lo tanto, mis queridos hermanos, manténganse firmes e inconmovibles, progresando siempre en la obra del Señor, conscientes de que su trabajo en el Señor no es en vano.” 1 Corintios 15:58 

En este camino, es importante recordar que el amor de Dios es la fuente de toda bendición y de todo milagro en nuestras vidas. Al abrir nuestros corazones hacia la Fe, estamos dando un gran paso hacia nuestra transformación espiritual. Este proceso de transformación nos ayuda a ser cada día mejores personas y a vivir en plenitud junto a nuestro Padre Celestial.

Es fundamental que comprendamos que todos los talentos que tenemos y que hemos desarrollado en Cristo son dones que Dios nos ha otorgado para cumplir con su misión de paz. Es importante que recuperemos nuestra conexión con Dios, con nuestra alma, nuestro cuerpo, nuestra mente y con el Espíritu Santo para poder cumplir con esta misión de forma efectiva.

La humildad es otra clave importante para mantenernos en el camino de Dios. Reconocer nuestros errores y tener la capacidad de perdonar a los demás nos ayuda a tener una sensibilidad especial hacia la Palabra de Dios y hacia el prójimo. Dios siempre nos mantendrá en un espacio de crecimiento y aprendizaje constante en nuestra cotidianeidad, y es importante que estemos atentos a las oportunidades que se nos presentan para acercarnos más a Él.

Junto a Dios, hoy comenzará algo maravilloso en tu vida. Confía en Él, abre tu corazón hacia la Fe y deja que el Espíritu Santo te guíe hacia la verdad y la sabiduría del Señor.




Versículo diario:


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