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La Felicidad se Refleja en Tus Actos

Esos momentos de alegría y felicidad que abonan el amor en nuestros corazones. Aprende en el siguiente artículo a cultivar de amor tu vida.

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“Sin embargo, por esto hallé misericordia, para que en mí, como el primero, Jesucristo demostrara toda su paciencia como un ejemplo para los que habrían de creer en El para vida eterna.” 1 Timoteo 1:16

En nuestra vida como hijos e hijas del Padre Celestial, es normal que nos cuestionen o nos hagan preguntas sobre nuestra Fe.

A menudo, estos cuestionamientos provienen de personas que no conocen al Espíritu Santo ni tienen Fe en nuestro Señor. Sin embargo, esto no significa que debamos enojarnos o responder con la misma moneda ante sus comentarios.

Es importante tener en cuenta que, ante estas situaciones, también es posible que dudemos sobre nuestra propia Fe. Podríamos preguntarnos: ¿Dónde está Dios en este momento en que todo parece ir mal?

Esto es especialmente cierto cuando estas preguntas nos llegan de personas que no conocen a Jesucristo como el Hijo de Dios, ni han experimentado su amor y su poder transformador en sus propias vidas.

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“Pero que pida con fe, sin dudar; porque el que duda es semejante a la ola del mar, impulsada por el viento y echada de una parte a otra.” Santiago 1:6

Ante estas preguntas, es fundamental recordar que no todos conocen la palabra de Dios tal como está descrita en la Santa Biblia, ni comprenden el camino a la vida eterna. Es nuestra responsabilidad como seres del Señor intentar abrir sus ojos y hacerles comprender nuestra devoción hacia Jesús.

Esto nos brindará la oportunidad de compartir nuestra historia de vida, y explicarles los motivos por los cuales nos encomendamos al Señor.

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“El que cree en el Hijo de Dios tiene el testimonio en sí mismo; el que no cree a Dios, ha hecho a Dios mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado respecto a su Hijo.” 1 Juan 5:10

Es posible que algunas personas sigan siendo escépticas incluso después de nuestras explicaciones. Sin embargo, no debemos preocuparnos por esto, ya que Dios tiene un plan para todos, incluso para aquellos que no creen en Él en este momento. Con el tiempo, es posible que estas personas abran sus mentes y sus corazones al amor de Dios, y podamos verlas desde una nueva perspectiva más abierta.

Es importante recordar que Jesús mismo fue cuestionado y criticado en todo su camino, pero nunca perdió su humildad y siempre impartió Justicia Divina. A pesar de los ataques y los cuestionamientos, Él avanzó ante viento y marea, obrando para el bien de la humanidad como se lo había encomendado el Padre Celestial. Y en el milagro de la resurrección, nos mostró el camino hacia la vida eterna.


“…Porque también Cristo sufrió por nosotros, con lo que nos dio un ejemplo para que sigamos sus pasos. Cristo no cometió ningún pecado, ni hubo engaño en su boca. Cuando lo maldecían, no respondía con maldición; cuando sufría, no amenazaba, sino que remitía su causa al que juzga con justicia.” 1 Pedro 2:21-23

Como seguidores de Jesús, es nuestro deber y responsabilidad seguir su legado, impartiendo las enseñanzas de la Fe y llevando la luz de la palabra de Dios a aquellos que aún no la han descubierto.

Debemos recordar que todos somos hermanos y hermanas en Cristo, y que nuestro amor y nuestra paciencia pueden ser una herramienta poderosa para mostrar a los demás el amor y la gracia de Dios.

Los cuestionamientos y las preguntas sobre nuestra Fe son una oportunidad para compartir nuestra historia de vida, nuestras experiencias con Dios y los motivos por los cuales confiamos en Él.

Siempre debemos recordar que Jesús mismo fue cuestionado y criticado, pero nunca perdió su humildad ni dejó de impartir Justicia Divina. Sigamos su legado, y llevemos la luz de la palabra de Dios a todos aquellos que aún no la han descubierto.




Versículo diario:


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