Si logramos cultivar la paciencia la paz en nuestro ser interior estará más radiante que nunca. Conoce en el siguiente artículo las maneras más efectivas de profundizar la paciencia con tus seres queridos.

"El que es paciente muestra gran discernimiento; el que es agresivo muestra mucha insensatez." Proverbios 14:29

Hay quienes se sorprenden gratamente ante lo inesperado, y quienes sienten ansiedad y preocupación ante lo imprevisto. ¿A cuál grupo perteneces? Ningún estilo es mejor que el otro, son simplemente modalidades diferentes, pero cada una se debe a características de nuestra personalidad y a la historia que el Señor tiene lista para tí.

Viendo tus reacciones puedes conocer más de ti mismo y de cómo han influido en ti los acontecimientos de tu vida pasada.

Y prepárarte para que lo nuevo no te resulte conflictivo o te genere ansiedad que perturbe tu vida. El Señor nos muestra circunstancias diferentes y distintas, como hijos e hijas del Señor debemos estar preparados para ellas.

"El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor." 1 Corintios 13:4-5 

Es inevitable que hayamos creado en nuestra imaginación planes y propósitos de cómo quisiéramos que resulte todo en nuestra vida. El Señor desea que estemos en comunión y en unión familiar y para eso nos preparamos durante mucho tiempo. 

Para cuando encontremos una persona especial podamos compartir nuestras horas y distintos momentos donde podamos conocernos profundamente y poner en práctica las enseñanzas de la Fe.

Con el transcurrir de cada día, nuestras acciones, paseos, comidas, vivienda, viajes y relaciones nos permitirán mostrar lo mejor de nosotros y nosotras.

Claro que sabemos que sería muy raro encontrar a alguien que se ajuste a esta vida imaginaria que hemos creado, pero aún así nos decepciona que no sea todo tal cual lo soñamos.

Debemos comprender que nuestro Padre Celestial desea que tengamos una vida próspera, repleta de amor y de momentos donde podamos cultivar nuestra espiritualidad.

"Ustedes quédense quietos, que el Señor presentará batalla por ustedes." Éxodo 14:14

La fortuna de poder tener a tus seres queridos cerca debe abonarse con acciones diarias y con un corazón dispuesto. Lo único certero es que el Señor baña con su sabiduría y su Gloria a todos los que caminen junto a él. Para poder estar ubicados lo más cerca posible a ese lugar y así sentir sus bendiciones debes tener la flexibilidad y rapidez necesaria para cambiar tus emociones y pensamientos cuando sea necesario.

Podremos sugerirte lo que es propicio, pero estará en tí aprovecharlo. Y olvídate de que todo suceda tal como lo has pensado, esto sucede raramente. Acostúmbrate a evaluar todas las posibilidades. Anímate a anticiparte, a tolerar el cambio de planes y usarlo a tu favor. Esto te ayudará a acercarte al Espíritu Santo, te ayudará a sanar las heridas y perdonar a quienes lo necesiten.

"El Señor no tarda en cumplir su promesa, según entienden algunos la tardanza. Más bien, él tiene paciencia con ustedes, porque no quiere que nadie perezca, sino que todos se arrepientan." 2 Pedro 3:9

Los planes inesperados cultivarán tu paciencia. Podemos pensarlos en dos direcciones: una mejoría inesperada, o una complicación no prevista que nos preocupa seriamente y no vemos el momento de que se resuelva.

No es fácil de afrontar la enfermedad, no es fácil tampoco hacernos cargo de que muchas veces sucede por nuestra negligencia. Por eso además de ver cuando la Fe y el Espíritu Santo favorecen nuestra salud y bienestar, debemos estar en oración agradeciendo al Padre Celestial. Analizar si cumplimos con las conductas necesarias para recibir la Gloria de Dios. El Plan Divino que tiene preparado el Salvador ya está escrito y debemos intentar mantenernos en su camino de iluminación respetando lo que se presente. Las adversidades son oportunidades de cambio, nunca lo olvides.