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Nada más Importa

Que el Amor del Señor no te haga alejar de su camino de bendiciones. Explora el siguiente artículo para descubrir los elementos claves en tu vida.

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“Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad?No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en misericordia”. Miqueas 7:18

Por diversos motivos podemos mantenernos alejados del camino del luz e iluminación que nos provee el Espíritu Santo. Pero debemos intentar recordar y estar con la mirada y los pensamientos atentos, ya que la tentación y algunas costumbres pueden desviarnos de nuestro objetivo de Fe.

Resulta también sencillo ese camino, algo simple y reconfortante en la inmediatez con la que se concibe la recompensa o el placer. Pero justamente son esas condiciones las que nos predisponen a tomar decisiones que luego pueden afectar de un modo u otro a la integridad de nuestro espíritu.

Soportar la tentación significa ir a través de pruebas sin rendirse en absoluto, para de esa manera poder sobrevivir a la oscuridad que siempre se encuentra acechando para atacar, siempre que desprevenidos nos alejemos de los pasos del camino de Dios.

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“Dichoso el que resiste la tentación porque, al salir aprobado, recibirá la corona de la vida que Dios ha prometido a quienes lo aman.” Santiago 1:12

Es entonces de suma importancia recordar que soportar también significa atravesar un tiempo de tentación sin que nos permitamos cambiar nuestra actitud o compromiso para con Dios. Recordemos que Jesús nunca trataba a la gente de manera diferente cuando fue tentado y de la misma manera, cuando somos espiritualmente maduros, podemos seguir Su ejemplo. Jesús entiende exactamente a lo que enfrentamos cuando realmente nos enfrentamos cara a cara con la tentación.

A veces Él permite que enfrentemos las tentaciones para que Él pueda llamarnos la atención en las áreas de debilidad en nuestras vidas y ayudarnos a superarlas, no olvidemos que ésta es una de sus tantas maneras de demostrarnos Su amor por todos sus hijos.

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"Que nadie, al ser tentado, diga: «Es Dios quien me tienta.» Porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni tampoco tienta él a nadie. Santiago 1:13

La única forma en que podemos tener todo lo que Jesús quiere que tengamos es convirtiéndonos en lo que Él nos creó para ser, y esa madurez viene a través de la superación de las distintas pruebas que Él se esmera en poner en nuestro camino.

Es entonces tiempo de decidirnos a ser pacientes a la vez que nos ponemos firmes en espíritu y no ceder ante la tentación que sólo busca alejarnos de nuestro Pastor; y al igual que Su palabra lo dicta.

Él no nos dará una carga mayor a la que podamos soportar, sino que junto con la prueba nos entregará la salida a ese problema, para seguir recorriendo los maravillosos caminos de Su voluntad divina.


"Hermanos, si alguien es sorprendido en pecado, ustedes que son espirituales deben restaurarlo con una actitud humilde. Pero cuídese cada uno, porque también puede ser tentado." Gálatas 6:1

Al igual que Jesús, quien resistió las tentaciones en el desierto, podemos encontrar la fortaleza en la oración, la meditación en la Palabra de Dios y la comunión con la comunidad cristiana.

Las tentaciones, aunque difíciles, también son oportunidades para crecer en nuestra fe y madurez espiritual. Al superarlas, fortalecemos nuestro carácter y nos acercamos a Dios, permitiéndole moldear nuestro ser a su imagen.

Recuerda que Dios nunca te dará una prueba mayor a la que puedas soportar. Junto con la tentación, Él te ofrece la salida, la gracia y la sabiduría para vencerla. Mantén tu mirada fija en Jesús, el autor y consumador de la fe, y sigue adelante por el camino de la luz, confiando en que Él te guiará hacia la victoria final.




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