Debemos poder tener esa fuerza vital de confianza interior siempre presente en nuestra vida. En el siguiente artículo analizamos los modos de reforzar la confianza propia.

"El que habita al abrigo del Altísimo se acoge a la sombra del Todopoderoso. Yo le digo al Señor: «Tú eres mi refugio, mi fortaleza, el Dios en quien confío»." Salmo 91:1-2

Por momentos no nos preguntamos "¿cómo estamos?" Muy poca gente sabe realmente cuál es el grado de bienestar anímico con el que vive.

Solemos transitar nuestra vida sin detenernos y cuestionarnos las preguntas más fundamentales, para proseguir por el rumbo del Espíritu Santo.

A veces no sabes si te sientes bien, si estas feliz con tu trabajo, tu vida amorosa, tu familia, tus amigos y amigas, tu estilo de vida o tu conexión con la Fe.

Si sientes que te encuentras en un momento para dar el salto de confianza necesario para alcanzar la luz de Dios, entonces el momento de detenerte a tomar decisiones es ahora, ni un minuto más tarde.

El Señor nos brinda posibilidades de realizar saltos de Fe, de construcción de confianza en tí. Nuestro Padre celestial siempre estará apoyándote en cada decisión que tomes, guiándote en su camino de Gloria y bendiciones.

"Así que podemos decir con toda confianza: «El Señor es quien me ayuda; no temeré. ¿Qué me puede hacer un simple mortal?»." Hebreos 13:6

El bienestar y la felicidad no son para ti un derecho, sino una construcción que deberás emprender junto al Espíritu Santo si te interesa lograrla.

No deberías sentir que regalas tu vida al azar: dejas que sucedan eventos en tu vida, que tu "bote" esté a la deriva.

Pero deberás medir en cada etapa el caudal de sentimientos positivos que rodean tus días, las emociones que te genera andar por la vida hacia ese rumbo que mantienes sin confiar en tí. 

Cerrar los ojos a la realidad no te ayuda sino que más bien, te juega en contra. Compara la intensidad de bienestar que manejas a diario con la que esperas en lo profundo de tu corazón, y sabrás perfectamente que debes hacer. Acercándote en oración a Dios te ayudará a conectar con ese corazón que necesita ser escuchado realmente. Dios Padre estará siempre escuchándote y atento a tus plegarias.

"Encomienda al Señor tu camino; confía en él, y él actuará. Hará que tu justicia resplandezca como el alba; tu justa causa, como el sol de mediodía." Salmo 37:5-6

Puedes entonces aprovechar este impulso de Fe, haciéndote cargo de generar tu propio bienestar. Pregúntate cuál es tu grado de conformidad con tus necesidades espirituales, con lo que haces a diario, con tus momentos individuales de oración, con tus esfuerzos.

Mide tus sensaciones y tus capacidades. Piensa en ésto todo el tiempo que sea necesario, y también pregunta a las personas que tienes cerca como te ven en estos aspectos. Una vez que tengas toda esta información valiosa, es momento que tomes decisiones, lenta pero firme y sabiamente.

El Señor apoya los cambios que decidas emprender. Busca información, consulta, asesórate y seguramente encontrarás el modo de modificar aquellos aspectos que no te satisfacen en tu sendero de Gloria.

"Y nosotros hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama. Dios es amor. El que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él." 1 Juan 4:16

¿Ya has investigado cuán feliz te sientes en tu relación con Dios?

Porque si bien mucha gente jamás se lo cuestiona... Debemos saber que tener una buena vida junto al Señor no depende de las condiciones en que ésta se te presente, sino en realidad, depende de lo que hagas tú con ella.

Esto te hace automaticamente responsable de tu felicidad, de construir tu Fe y tu esperanza junto al Padre Celestial, de pelear, de luchar día a día para reforzar esa confianza interior. 

Desde este momento, acercarte a la Fe de un modo distintivo, entregarle tu corazón a Dios, sin sentir que has hecho lo imposible, por disfrutar la vida junto a Él. Para que cuando te lo preguntes, la respuesta salte de inmediato: ¡pongo toda mi energía en estar junto a tí Señor!