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Solidaridad: El Poder de Ayudar

¿Alguna vez te cansaste de ayudar a alguien? Descubre el infinito poder de la solidaridad en el siguiente artículo.

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“Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir.” Lucas 6:38

La felicidad no se encuentra en las cosas materiales, sino en dar. Haz el ejercicio de recordar el rostro de la última persona a la que has ayudado. Si lo has logrado, felicidades.

Si no lo has logrado, tal vez ha pasado mucho tiempo desde la última vez y es hora de que vuelvas a hacerlo. Solo de esa manera verás el verdadero rostro de Jesús reflejado en la felicidad de aquel al que hayas ayudado.

Recordemos que la palabra de Dios es un pilar fundamental para seguir en pie en la vida. Nos brinda fortaleza y nos guía en los momentos de incertidumbre y duda.

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 “Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses.” Mateo 5:42

En la ajetreada vida diaria, a veces parece que no encontramos el tiempo suficiente para dedicarle tiempo para ayudar a las personas y ser solidarios junto a Dios. Sin embargo, la lectura de su palabra es de mucha utilidad para nuestra vida espiritual y emocional. 

Contribuirás a que si en el futuro necesitas ayuda, alguien te la dará. De esta manera verás como tus acciones contribuyen a que el mundo sea un mejor lugar.

Es importante recordar que seguir el camino de la solidaridad y la ayuda al prójimo es seguir el ejemplo del Señor. Él es el principio y el fin, el eterno ejemplo a seguir en toda situación o circunstancia.

En nada podemos fallar si intentamos imitar a Dios; Él es la prueba fehaciente de que nos encontramos en el camino correcto.

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 “A Dios presta el que da al pobre, Y el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar.” Proverbios 19:17

Recuerda cómo el Señor sustentaba todas sus palabras con los más desinteresados actos de amor y solidaridad. Esto es algo que tú también debes hacer para imitarle. Ve y enfrenta al mundo imitando al Señor. De esta manera, estarás en el camino correcto y podrás encontrar la felicidad que buscas.

Recordemos que ser solidarios y dedicar tiempo a la palabra divina son dos prácticas fundamentales para nuestra vida espiritual y emocional como hijos e hijas del Padre Celestial. 

Fueron de las primeras enseñanzas que recibimos desde pequeños y pequeñas. Ser solidarios con el prójimo y con quien más lo necesite en nuestro entorno cercano.


“y si dieres tu pan al hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía.” Isaías 58:10

Al ser solidario, son muchos los beneficios que podrás contar. Ayudar al prójimo hace crecer tu amor por los demás y genera empatía, una virtud absolutamente necesaria que disminuirá tu arrogancia y egoísmo: aspectos de los que querrás librarte si realmente buscas ser solidario.

Cultivar el terreno para que el ayudado pueda ayudar a otros es fundamental.

No se trata de nada nuevo, solo que la efectividad en este caso se encuentra en los actos, más que en las palabras. Si pudiéramos poner palabras a nuestros actos solidarios, ellos dirían: ¿ves qué fácil que es ayudar a otros?

Sinceramente recomiendo que tú también lo hagas, pues trae beneficios sorprendentes. ¿Quieres probarlo tú también?




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