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Tomando Ejemplos en la Vida

Algunos valiosos ejemplos que nos rodean pueden guiar nuestro camino. Sumérgete en el siguiente artículo para comprender cómo quieres transitar el sendero de tu vida.

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"Reconoce y considera seriamente hoy que el Señor es Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra, y que no hay otro." Deuteronomio 4:39

En cada fase de nuestras vidas y en cada año que vivimos, el Señor tiene valiosas lecciones que enseñarnos. Cada instante nos ofrece una nueva inspiración y un aprendizaje singular que emana únicamente de la sabiduría divina del Padre Celestial. A lo largo de distintos escenarios y momentos en nuestro sendero espiritual, las personas a menudo respondemos de manera similar.

Inicialmente, reflexionamos sobre las necesidades que deben ser atendidas, luego trabajamos en el desarrollo de ideas o planes para alcanzar dichas metas. Observamos los resultados y, finalmente, evaluamos todo lo sucedido, extrayendo lecciones que nos permiten cerrar un capítulo y abrirnos a uno nuevo.

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"¡Cuánto te amo, Señor, fuerza mía! El Señor es mi roca, mi amparo, mi libertador; es mi Dios, el peñasco en que me refugio. Es mi escudo, el poder que me salva, ¡mi más alto escondite!" Salmo 18:1-2

Sin embargo, si permanecemos estáticos, en silencio e inmóviles, nunca podremos disfrutar de nuevas etapas de crecimiento espiritual. Es crucial tomarnos un tiempo para reflexionar, conocer nuestra propia naturaleza y conectarnos más profundamente con el Espíritu Santo.

Si logramos encontrar calma, podremos disfrutar de momentos propicios para la introspección y la oración. Al dedicar tiempo de calidad a la oración y la lectura de la Biblia, nos ayudamos a tomar decisiones fundamentales para nuestro futuro.

Es importante meditar en medio del silencio. ¿Qué pensamientos predominan en nuestra mente? ¿Qué ideas necesitan ser contempladas en silencio? ¿Cuáles requieren un proceso de maduración antes de emerger renovadas y brillantes?

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"Si afirmamos que tenemos comunión con él, pero vivimos en la oscuridad, mentimos y no ponemos en práctica la verdad." 1 Juan 1:6

Si sentimos que es el momento adecuado para la introspección, tratemos de conectar con el descanso. Reconectar con nosotros mismos nos ayudará a equilibrar nuestros sentidos y emociones. Permitámonos escuchar con mayor atención, prestando más atención a nuestra voz interior que a las distracciones externas.

Aprovechemos la calma y serenidad del silencio para nutrir nuestro espíritu. Cuando experimentemos momentos de desasosiego emocional, prestemos atención a las señales y a las personas que nos rodean. No nos exijamos demasiado y busquemos el apoyo de quienes nos conocen mejor para recuperar nuestra paz interior.

Aprendamos a inspirarnos en las historias y enseñanzas que nos recuerdan a Jesús y a Dios. Mantengamos conversaciones significativas con amigos, familiares y miembros de nuestra comunidad de fe. Ellos pueden servir como instrumentos del Espíritu Santo, brindándonos consuelo, orientación y sabiduría.


"A los justos los guía su integridad; a los falsos los destruye su hipocresía." Proverbios 11:3

Confíemos en las capacidades que Dios nos ha dado como sus hijos e hijas. Él nos escucha, nos guía y nos ayuda a crecer cada día. Depositamos nuestra confianza en su amor y en su poder transformador en nuestras vidas.

La comunidad de creyentes también desempeña un papel fundamental en nuestro crecimiento espiritual. Al compartir nuestras experiencias y vivencias con otros hermanos y hermanas en la fe, fortalecemos nuestra conexión con Dios y encontramos apoyo mutuo en el camino de la vida.

Es esencial recordar que el camino espiritual no es una línea recta ni está libre de obstáculos. Habrá momentos de duda, incertidumbre y lucha interior. Sin embargo, en esos momentos debemos aferrarnos a nuestra fe y confiar en que Dios está obrando en nuestras vidas de maneras que a menudo no comprendemos. Su plan para nosotros es perfecto, y aunque pueda resultar difícil, encontramos consuelo en su amor y en su promesa de acompañarnos siempre.




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