Y oí a cuanta criatura hay en el cielo, y en la tierra, y debajo de la tierra y en el mar, a todos en la creación, que cantaban: ¡Al que está sentado en el trono y al Cordero, sean la alabanza y la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos!

Apocalipsis 5:13

Agrader y Sanar Siempre que se Pueda


Ser agradecidos es un mandato que Dios pretende que cumplamos en todo momento, es nuestra manera de decir al prójimo que nos importa aquello que hace por nosotros desinteresadamente.

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Pero la realidad es que, a medida que avanzamos en nuestro camino, nuestra naturaleza tiende a darle más importancia a aquellos actos que representan una entrega mayor.


Es entonces donde es importante hacer una pausa y replantearnos qué es lo que estamos agradeciendo.


¿Estamos agradeciendo solamente los grandes actos de entrega por sobre las pequeñas cosas de la vida? Recordemos que Cristo nos insta a ser agradecidos de igual manera ante todo, es por eso que no debemos pasar por alto ni dar por sentado todas aquellas cosas que pasan delante de nuestros ojos sin siquiera que lo notemos.


El acto de dar las gracias debe estar presente en nosotros las 24 horas, puesto que son aquellas pequeñas cosas las que hacen nuestro camino más fácil, las que nos presentan otra oportunidad más de agradecer al prójimo y, por transición, también a nuestro Santo Padre.