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Hay muchas personas que no saben cómo acercarse a la oración o bien, tener un momento de reflexión con Nuestro Dios. Algo fundamental a tener en cuenta para comenzar nuestra conversación y oración será disponer de algunos minutos para poder estar en calma y poder profundizar en nuestro pensamiento. También, es importante elegir un lugar en el que estemos cómodos y podamos no tener distracciones. Así, deberemos dejar a un lado tentaciones como dispositivos móviles que nos puedan alterar la atención.
Podemos elegir un versículo del Santo Evangelio o simplemente, conversar con Nuestro Padre acerca de alguna vivencia diaria. Comenzar con una oración nos acercará más a Dios, pedir por su protección y amor. Es importante interpretar la Santa Biblia y no sólo leerla superficialmente, podremos reflexionar sólo si nos sumergimos en ella. Luego de nuestro rezo, si tenemos alguna duda o precisamos ayuda adicional podemos concurrir a nuestros hermanos en busca de diferentes interpretaciones. Podemos incluso preguntarle a Dios qué quiere decirnos con un determinado versículo o por habernos hecho transitar alguna experiencia, ¿podré ser mejor luego de ese suceso?. La alabanza a Nuestro Señor será una adoración, muchas personas encuentran el agradecimiento y regocijo haciendo cánticos para celebrar la existencia de Dios Padre.