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Dios trajo y comparte su plan divino para todos y todas los que sigan su mandato y su camino. Parte de ese plan fue que su hijo Jesús caminara entre los mortales y deje sus enseñanzas y su sacrificio para limpiar nuestros pecados.
Poder continuar de esta manera a diario con dichos mensajes y mantenernos en el Espíritu Santo, atraerá las bendiciones de nuestro Padre Celestial, iluminando y soslayando la paz que necesitamos en nuestros corazones.
Si todos nuestros actos, pensamientos y esfuerzos se encuentra enfocados en promover la Fe, abonando nuestros corazones con el Espíritu Santo, el camino nos conducirá a la Paz eterna, pudiendo edificar puentes para otras personas que desconozcan las bondades y beneficios de Dios.
