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Agosto El Mes de la Familia Unida

La base fundamental para poder seguir por el camino de la luz es la familia. Explora en el siguiente artículo los valores más importantes que debemos cultivar.

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“Tuyos son, Señor, la grandeza y el poder, la gloria, la victoria y la majestad. Tuyo es todo cuanto hay en el cielo y en la tierra. Tuyo también es el reino, y Tú estás por encima de todo.” 1 Crónicas 29:11

Tener la capacidad de construir vínculos auténticos y saludables con nuestro prójimo es una tarea que requiere de nosotros un gran Compromiso ya que debemos desarrollar y no descuidar una serie de factores que son fundamentales a la hora de relacionarnos armónicamente con nuestros hermanos.

Muchas veces tomamos a la ligera la expresión “vivir en Paz con los demás”.

Nuestra primera impresión es que esa meta la podremos alcanzar fácilmente y, al adoptar esta actitud, estamos vaciando de contenido un valor que tiene una importancia trascendental en el camino que hemos decidido emprender junto al Señor.

Tengamos en cuenta que, para llevar a cabo ese acto de Amor que nos enseña la Palabra de Dios, deberemos poner énfasis en una serie de acciones que tendremos que desarrollar y perfeccionar durante toda nuestra existencia.

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“Así que en todo traten ustedes a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes. De hecho, esto es la ley y los profetas”. Mateo 7:12

¡Qué importante es lograr relacionarnos en armonía con nuestro prójimo!, ¡Que dicha la de interactuar en Paz con nuestros hermanos!

A la hora de conectarnos y compartir con los demás, es preciso dejar de lado los individualismos. En un mundo donde, desde los medios masivos de comunicación y las redes sociales, se fomenta desmesuradamente el ego, puede resultar una tarea para nada sencilla. Para ello deberemos tener predisposición a Escuchar, Contener, pronunciarnos desde el respeto y la verdad de nuestro corazón, ser educados, amables, contemplativos y tener la Sabiduría necesaria para alejarnos cuando lo consideremos pertinente.

Desarrollando nuestros Dones de Humildad, Paciencia y Obediencia podremos estar más cerca de lo que dicta la Palabra del Altísimo. El anhelo de nuestro Padre Celestial es que podamos compartir la vida con nuestros hermanos a niveles profundos y genuinos.

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"Que el Señor los haga crecer para que se amen más y más unos a otros, y a todos, tal como nosotros los amamos a ustedes". 1 Tesalonicenses 3:12

Dios nos ha creado para vivir en comunidad, compartiendo nuestras alegrías pero también nuestras cargas más pesadas.

Para eso es preciso Escuchar de corazón lo que nuestros hermanos tengan para decirnos ya que la Palabra del Señor también se hace presente en nuestras vidas por su intermedio.

A veces sucede que solo escuchamos lo que nos interesa o llama la atención. Por eso debemos estar predispuestos con actitud positiva y Espíritu constructivo.

Por otro lado, también deberemos ser sinceros con los demás, expresándonos con claridad y cuidado de no ofender a nuestro interlocutor.

Muchas veces la impresión que podemos formarnos acerca de un acontecimiento en particular no es precisamente lo que el otro quiere escuchar.

Sin embargo, si hablamos con la convicción de estar expresándonos bajo la Guía de nuestro Padre Celestial, nada debemos temer.


“En todo tiempo ama el amigo; para ayudar en la adversidad nació el hermano”. Proverbios 17:17

Cuando desde nuestro comentario sincero y amoroso, recibimos como respuesta el enojo o la ofensa del hermano, no debemos dudar en alejarnos y estar atentos a la señal que nos envía Dios invitándonos a retirarnos a tiempo para no generar más confusiones en el otro dejando que Cristo haga el resto en su Espíritu.

No debemos interpretar esta actitud como un gesto de debilidad.

En el transcurso de nuestras existencias nos encontraremos con que algunos terrenos son más áridos que otros, sabiendo que en tierra fértil los frutos de la Palabra del Señor crecerán sin reparos y en superficies más hostiles deberemos esperar un poco más para que la Luz del Amor de Cristo se restablezca.


 “Saludad a todos los hermanos con beso santo”. 1 Tesalonicenses 5:26

A la hora de escuchar y contener a nuestros hermanos en cuestiones de importancia, dediquémosle nuestro tiempo con Respeto.

Cuando escuchamos o somos escuchados sanamos y apaciguamos nuestras angustias.

Dejemos de lado los dispositivos que nos conectan al mundo del individualismo. Entreguemos desinteresadamente ese tiempo ya que en esos momentos El Señor Es a través de nosotros.

Escuchemos Su voz para ser los mejores instrumentos que podamos ser en Sus Manos.




Versículo diario:


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