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Amaneciendo Cada Día con Amor

Tenemos una oportunidad cotidiana de poder conectarnos profundamente con nuestro interior. Conoce en el siguiente artículo el Sendero hacia la Sanación y el Propósito Divino.

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"El Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego los que estemos vivos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados junto con ellos en las nubes para encontrarnos con el Señor en el aire. Y así estaremos con el Señor para siempre." 1 Tesalonicenses 4:16-17

En la vorágine del día a día, es fácil perder el rumbo y desconectarnos del Espíritu Santo, dejando de lado una brújula clave en nuestra vida. La rutina de obligaciones y quehaceres cotidianos puede ahogarnos y alejarnos de la Gloria y las bendiciones del Señor. Es en estos momentos de desconexión que debemos tomar conciencia y decidir cultivar la Fe en nuestros corazones para retomar el enfoque hacia un objetivo más elevado y sanador.

Reconectar con el Espíritu Santo y la Palabra Sagrada requiere dedicación y tiempo, pues no es un proceso inmediato ni de resolución automática. Sin embargo, al tomar la pausa necesaria para acercarnos a Dios, encontraremos motivos renovados para abrazar un futuro horizonte de amor y felicidad, mientras los problemas encuentran resolución gracias a la obra divina.

Los pilares fundamentales de la Fe y del Espíritu Santo nos guiarán en un camino certero hacia el plan divino propuesto por el Padre Celestial. Aunque no tengamos todas las respuestas ni garantías aseguradas, avanzar con acciones concretas, cerca del Espíritu Santo, nos acercará a una conexión profunda con Dios. Las señales de evolución espiritual surgirán sin motivo aparente, por lo que debemos mantenernos alerta y con apertura mental y espiritual para reconocerlas.

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"Concentren su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra." Colosenses 3:2

En momentos de introspección, al mirar al cielo y elevar una oración a Jesús, encendemos una vela de esperanza en nuestro ser interior. La satisfacción con nuestro vínculo con Dios nos impulsa a seguir adelante en el mismo camino. Sin embargo, si nos sentimos alejados del Espíritu Santo, resulta indispensable que la Fe se renueve en nuestros corazones.

Es necesario que el Señor nos guíe en cada hora y momento de nuestra vida, para lo cual debemos dejar de creer que podemos resolverlo todo por nosotros mismos. Alcanzar un equilibrio entre lo terrenal y lo espiritual es esencial, siguiendo el ejemplo de Jesús en la cruz, quien nos enseñó que la misericordia, el perdón y el amor son los vehículos que movilizan al mundo.

Agradezcamos todos los aprendizajes y enseñanzas recibidas hasta ahora, y pidamos que la Gloria y la Sabiduría del Salvador nos acompañen siempre en la evolución de nuestro ser interior junto al Padre Celestial.

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"En cambio, nosotros somos ciudadanos del cielo, de donde anhelamos recibir al Salvador, el Señor Jesucristo." Filipenses 3:20

En tiempos de desafíos y cambios, reforzar nuestra conexión con el Espíritu Santo se vuelve aún más importante. La pandemia ha impactado en la vida de millones de personas alrededor del mundo, generando incertidumbre y desasosiego. En estos momentos, más que nunca, debemos aferrarnos a la Fe y permitir que el Espíritu Santo nos guíe hacia la sanación y la esperanza.

La Fe es un faro en medio de la tormenta, una luz que ilumina nuestro camino y nos da fuerzas para enfrentar las adversidades. Al acercarnos a Dios en oración y abrir nuestro corazón al Espíritu Santo, encontraremos consuelo y paz interior. Es en este espacio de conexión íntima con lo divino donde descubrimos que no estamos solos, que siempre hay una mano amorosa tendida hacia nosotros.

La Fe nos enseña a confiar en la voluntad del Padre Celestial, a pesar de las circunstancias que puedan parecer difíciles o incomprensibles. A través de la Fe, encontramos la fortaleza para superar los desafíos y la sabiduría para tomar decisiones acertadas.


"Los cielos cuentan la gloria de Dios, el firmamento proclama la obra de sus manos. Un día transmite al otro la noticia, una noche a la otra comparte su saber." Salmo 19:1-2

El camino de la Fe no está exento de pruebas y dudas, pero es en esos momentos de incertidumbre donde debemos fortalecer nuestra conexión con el Espíritu Santo. La oración, la lectura de las Sagradas Escrituras y la meditación son herramientas poderosas para cultivar nuestra Fe y encontrar respuestas a nuestras inquietudes.

El Espíritu Santo nos invita a trascender lo material y a enfocarnos en lo espiritual. Nos recuerda que somos seres divinos con un propósito trascendente en esta existencia. Al alinear nuestra voluntad con la voluntad del Padre Celestial, encontramos la plenitud y el sentido profundo de nuestra vida.

Construyamos nuestra Fe sobre la roca sólida del Espíritu Santo, y enfrentemos juntos los desafíos que la vida nos presenta. La Fe en el Espíritu Santo nos da la seguridad de que, con Dios a nuestro lado, podemos superar cualquier obstáculo y encontrar la luz en medio de la oscuridad.




Versículo diario:


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