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Atreviéndonos a ser Felices Nuevamente

Mantente con una actitud positiva, abierta y de solidaridad para poder recibir las bendiciones del Templo Celestial. Aprende a recuperar ese camino diario con los siguientes versículos.

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"Padre, quiero que los que me has dado estén conmigo donde yo estoy. Que vean mi gloria, la gloria que me has dado porque me amaste desde antes de la creación del mundo." Juan 17:24

Si alguna vez te has preguntado de dónde viene la solución o la respuesta que necesitas para seguir adelante, es importante comprender que nuestro Padre celestial ya tiene preparado todo lo que necesitamos. Nada de lo que sucede en nuestras vidas es producto del destino o el azar.

Cada evento tiene un propósito y Dios nos pone a prueba diariamente para que sigamos su voluntad tanto en la tierra como en el cielo. Para ello, es fundamental estar en línea con nuestra fe y abrir nuestros ojos y corazón para asimilar las lecciones que se nos presentan.

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“Porque el que es bendecido en la tierra, será bendecido por el Dios de la verdad; y el que jura en la tierra, jurará por el Dios de la verdad; porque han sido olvidadas las angustias primeras, y porque están ocultas a mis ojos.” Isaías 65:16

Es inútil enfocarnos en la desesperación o aislarnos cuando nos enfrentamos a problemas. Si los conflictos nos rodean, debemos tomar las riendas y alejarnos de la niebla que nos impide ver con claridad. Esta niebla nubla nuestro corazón y nuestros sentidos, impidiéndonos conectarnos plenamente con el Espíritu Santo.

Sin embargo, debemos recordar que Él es el único camino hacia la salvación. Al orar y acudir a nuestro Padre celestial, encontraremos la paz y la guía necesaria para sentirnos vivos nuevamente.

A menudo, anhelamos que todo vuelva a la normalidad y deseamos retroceder en el tiempo para experimentar la felicidad efímera que solíamos tener.

Pero ¿cuánto tiempo más debemos esperar para actuar? ¿Seremos capaces de identificar las señales que Dios nos envía? Es importante comprender que los tiempos de Dios no siempre coinciden con los nuestros.

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"¿Por qué permite Dios que los sufridos vean la luz? ¿Por qué se les da vida a los amargados?" Job 3:20

La relación con Dios no se rige por momentos o tiempos específicos. No está limitada a momentos del año o épocas estacionales. Es una dimensión más profunda y ligada a la revelación divina que nos sitúa como hermanos y hermanas en un lugar único.

A veces, queremos cosechar rápidamente sin haber realizado el proceso previo y ordenado de la siembra en nuestros corazones. La analogía es clara y debe iluminar nuestras mentes: es necesario cultivar nuestra fe a través de la oración, la asistencia a la misa, la lectura de las Sagradas Escrituras y la realización de obras de bien para los necesitados. Alejarnos de nuestra misión divina solo nos causará malestar innecesario.


“Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.”  Eclesiastés 3:1

Nuestras ansiedades a menudo superan nuestras necesidades de salvación que el Espíritu Santo nos ofrece a través de la fe.

Por lo tanto, aunque la solución parezca difícil y la respuesta requiera un gran esfuerzo, debemos siempre esforzarnos por cumplir la palabra de Dios. Si deseamos obtener sabiduría celestial y la revelación del Señor, entenderemos que su guía está diseñada especialmente para nosotros. Siguiendo su guía, encontraremos la solución que necesitamos y experimentaremos la plenitud de su amor y gracia en nuestras vida.




Versículo diario:


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