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Comenzando a Sentirnos en Plenitud Espiritual

Aprende a dar el primer paso y el salto de Fe necesario para sanar internamente. Conoce los siguientes versículos que te darán luz en tu sendero de expansión espiritual.

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"Les suplico, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que todos vivan en armonía y que no haya divisiones entre ustedes, sino que se mantengan unidos en un mismo pensar y en un mismo propósito." 1 Corintios 1:10

En la travesía de la vida, a menudo nos encontramos ante situaciones que percibimos como más complejas de lo que realmente son al experimentarlas. Los temores, esos acompañantes fieles de nuestra existencia, a veces superan con creces la realidad, y nuestras propias fantasías nos hacen sentir más débiles de lo que somos en realidad.

Es como ese sueño postergado, un anhelo que hemos tardado en abordar porque lo imaginamos como una odisea, una búsqueda prolongada y ardua. Sin embargo, al encomendar nuestros temores al Espíritu Santo, descubrimos que lo que considerábamos un obstáculo no era más que una ilusión. En muchos casos, solo necesitamos fe, coraje y dar el primer paso hacia lo que soñamos para sentirnos en plenitud.

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"En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas." Gálatas 5:22-23

En la búsqueda de una conexión más profunda con el Señor y el Espíritu Santo, es fundamental liberarse de la creencia errónea de que un futuro más feliz está fuera de nuestro alcance. Esta percepción nos atrapa en un círculo vicioso de insatisfacción. Nada se construye solo, y nada se logra sin confiar en nuestra capacidad de cambio, siguiendo el camino que nuestro Padre Celestial nos presenta como un aprendizaje de vida.

El primer paso hacia la construcción de una relación más fuerte con Dios implica atreverse a soñar y creer que el cambio es posible. Tener claro el objetivo, saber lo que deseamos y cómo queremos vivir junto a Jesús son pasos esenciales. Nadie puede hacerlo por nosotros. La construcción de este nuevo capítulo en nuestra vida, lleno de confianza en nosotros mismos, puede implicar fracasos y desilusiones, pero nunca perderemos la fe ni el rumbo hacia la gloria de Dios.

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"No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta." Romanos 12:2

La fe que depositamos en el Padre Celestial debe reflejarse en nosotros, en nuestros proyectos, anhelos y sueños. Esto se traduce en trabajo duro, constancia en nuestras oraciones, resistencia ante las dificultades y, sobre todo, en agradecer todas las oportunidades que se nos presentan para sanar y sentirnos plenamente acompañados por el Espíritu Santo.

Nadie tiene más claro que el Señor aquellos aspectos que has descuidado y que necesitan tu atención. El ejercicio diario de agradecimiento a través de la oración, rodearte de tus seres queridos para ayudarlos y escucharlos, son prácticas que no solo te permitirán crecer sino también conectarte con lo verdaderamente restaurador para tu corazón. En este camino, Jesús y el Espíritu Santo son faros de esperanza, guiándonos hacia la plenitud y la paz interior.



"Así, todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados a su semejanza con más y más gloria por la acción del Señor, que es el Espíritu." 2 Corintios 3:18

No hay más tiempo que esperar  en este viaje espiritual. Si aún no has tomado la decisión de conectarte con la fe y tu espiritualidad, este es el momento preciso. Las postergaciones no se justifican y te alejan de tu objetivo de sanación.

Recuerda, La fe depositada en el Padre Celestial debe reflejarse en nosotros, en nuestros proyectos, anhelos y sueños. Esto se traduce en trabajo arduo, constancia en nuestras oraciones, resistencia ante las dificultades y, sobre todo, en agradecer cada oportunidad que se nos presenta para sanar y sentirnos plenamente acompañados por el Espíritu Santo.




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