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Desarrollando una Vida Plena

Este es el momento adecuado para sentirnos plenamente en la senda de iluminación celestial. Descubre en el siguiente artículo distintas maneras de sanar tu corazón.

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y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como paloma, y vino una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia” - Lucas 3:22

El ritmo con el que vivimos la vida muchas veces nos desconecta de la realidad que nos rodea. Muchas veces esto resulta de sumarnos responsabilidades y de toparnos con cuestiones que nos producen ceguera y no nos permite ver las cosas que realmente importan y que sí merecen particularmente nuestra atención.

Por momentos nos encontramos con personas que tuvieron mala suerte. Que están viviendo el resultado de una vida que quizás no imaginaron ni planearon.

En la mayoría de las veces, logramos poner la mirada sobre esas personas que viven en condiciones distintas y hasta muchas veces de maneras que nadie pudo pensar antes. ¿Qué ejemplo nos dio Jesús en la Cruz que nos inspiraría por el resto de nuestros días?

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“Oíd ahora los que decís: Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad y pasaremos allá un año, haremos negocio y tendremos ganancia. Sin embargo, no sabéis cómo será vuestra vida mañana, ¿qué es vuestra vida? Sólo sois un vapor que aparece por un poco de tiempo y luego se desvanece. Más bien, debierais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.” Santiago 4:13-15

Transitar los caminos del Señor definitivamente es posible y nos ayudará a llevar adelante una vida basada en nuestra Fe.

¿Es posible tomar todas las enseñanzas que Dios nos ha dejado a través de su palabra? Si logramos trasladar los escenarios que vivimos cotidianamente y conectamos todo lo que percibimos, sentimos y pensamos con la Palabra Sagrada que nuestro Padre Celestial nos regaló, notaremos que siempre encontraremos una respuesta adecuada y una manera de transitar superior.

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"Porque sé que, gracias a las oraciones de ustedes y a la ayuda que me da el Espíritu de Jesucristo, todo esto resultará en mi liberación." Filipenses 1:19

El Señor nos llama a una transformación, a un crecimiento espiritual, que puede resultar algo complejo y no se dará de la noche a la mañana.

De allí que debemos manejar nuestras expectativas y tener mucha paciencia ya que el cambio es gradual, es decir, un paso a la vez.

Dios sabe que no se trata de la cantidad, sino de la calidad, y que un paso bien tomado en serenidad y sabiduría, será mejor que dar pasos avanzando a gran velocidad.

Todo crecimiento involucra un cambio y todo cambio lleva a su vez, una responsabilidad. Sin embargo, tenemos una nueva oportunidad en cada día, para avanzar y cultivar ese carácter que El Señor desea en nosotros. La suma de todos nuestros hábitos deben permanecer en la senda de luz del Espíritu Santo, alineando nuestras palabras como en nuestras decisiones y acciones cotidianas.


“Pedro se acercó a Jesús y le preguntó: Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar a mi hermano que peca contra mí? ¿Hasta siete veces? No te digo que hasta siete veces, sino hasta setenta y siete veces ,le contestó Jesús.” Mateo 18:21-22

Si tenemos en cuenta que hemos estado transitando la vida perdiendo de vista el real objetivo por el que vivimos junto a Dios, nuestros valores deberán ser reconectados con ese equilibrio y esa paz que nos ayuda a vivir día a día junto al Padre Celestial.

Si sentimos en nuestro ser interior sentimientos negativos como la arrogancia y la avaricia, debemos desplazarlos para darle lugar a emociones puras, asociadas al amor, el respeto, la solidaridad y empatía.

Recordemos entonces de qué manera Dios nos ayudó cuando nos encontrábamos en busca de su colaboración e iluminación. Cómo Dios extendió su mano sanadora y abrió su corazón para cobijarnos cuando lo necesitamos.

Entonces si tenemos alguna duda, debemos preguntarnos ¿Qué haría El Señor en nuestro lugar?




Versículo diario:


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