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Infinita Paciencia

La paciencia unida al perdón son los motores de una vida espiritual equilibrada. Explora en el siguiente artículo las maneras de sentir equilibrio en tu corazón.

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"El que perdona la ofensa cultiva el amor; el que insiste en la ofensa divide a los amigos." Proverbios 17:9

Los acontecimientos que suceden en el mundo todos los días nos dan la oportunidad de apreciar y valorar la vida. A menudo nos preguntamos:

"¿Por qué me está pasando esto?" o "¿Justo en este momento debía ocurrir?"

No hay necesidad de desarrollar emociones negativas o sentirse culpable cuando se enfrenta a situaciones negativas o difíciles. Estas situaciones son oportunidades de aprendizaje y pruebas que el Señor nos da para que podamos sanar.

La paciencia es uno de los principales pilares para superar estos problemas y reconciliarnos en el camino del Espíritu Santo. Con paciencia, encontraremos la fuerza para continuar y confiar en la guía divina. El perdón en la vida es otra herramienta importante para reconectarse con los demás. Al perdonar, abrimos las puertas de nuestro corazón y recordamos que Dios nos muestra su misericordia en todas las bendiciones que recibimos.

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"Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo." Efesios 4:32

No debemos olvidar que hay muchas personas a nuestro alrededor, como nuestros familiares, seres queridos, amigos y conocidos que caminan con nosotros en nuestro camino claro. No estaremos solos ya que tendremos ejemplos e ideas que nos darán esperanza y bendiciones del Espíritu Santo.

Rechazar a quienes ofrecen ayuda o tratan de ofrecer palabras de aliento no es apropiado para una persona que busca la curación. Siempre debemos preguntarnos:

"¿Podemos perdonar a los que pecan contra nosotros?" Esta pregunta nos permite avanzar en el camino de la evolución espiritual.

Si queremos acercarnos al camino del Señor, debemos hacerlo sin dudas y sin culpa. Entonces comprenderemos que nuestra fe y nuestra bondad pueden entregarse completamente al Señor y al Espíritu Santo.

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¿No tenemos todos un mismo padre? ¿No nos ha creado un mismo Dios? ¿Por qué nos portamos deslealmente unos contra otros, profanando el pacto de nuestros padres?” Malaquías 2:10

Dios en su gracia nos guiará para tener éxito en su santo plan, nos preparará para entrar por las puertas del Cielo. Aunque el camino no es fácil, tenemos suerte y tendremos personas que nos guiarán por el camino de la fe.

Para desarrollar una fuerte resistencia en el amor y la fe, debemos acercarnos más a nuestro Padre Celestial a través de la oración y la lectura de la Biblia.

Estas acciones nos darán la oportunidad perfecta para conectarnos con nuestro ser interior y los grandes pilares del Espíritu Santo.

Aislarse en la soledad tranquila y el idealismo es un error común en la sociedad actual. Aprendamos a vivir en armonía con las criaturas creadas por Dios, reconociendo y valorando sus diferencias y su dignidad. Al perdonar a quienes nos han lastimado y ofrecer el máximo apoyo y amor, podemos mostrar un amor especial a quienes más lo necesitan. 


“Que abandone el malvado su camino, y el perverso sus pensamientos. Que se vuelva al Señor, a nuestro Dios, que es generoso para perdonar y de él recibirá misericordia.” Isaías 55:7

La vida es un viaje donde tendremos pruebas y tribulaciones y oportunidades de crecimiento, amor y perdón. Siguiendo el camino del Espíritu Santo y confiando en la guía divina, podemos encontrar la plenitud y la paz que provienen de una relación profunda con el amor de Dios.

El camino espiritual es un viaje de fe, paciencia y amor. Requiere compromiso y disposición para crecer y transformarnos. A medida que nos acercamos al Señor, cultivamos una relación más profunda con el Espíritu Santo y experimentamos la plenitud de su amor y gracia.

No importa cuán desafiante pueda ser el camino, confiemos en que Dios está siempre con nosotros, guiándonos y fortaleciéndonos. Sigamos adelante con valentía, sabiendo que en nuestra búsqueda espiritual encontraremos bendiciones y la paz que solo Dios puede otorgar.




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