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Luz en la Eternindad

Nunca olvidemos que siempre tendremos la guía del Espíritu Santo con un destino de vida Eterno. Navega en el siguiente artículo para conectar nuevamente con tu destino de Fe.

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"Sean fuertes y valientes. No teman ni se asusten ante esas naciones, pues el Señor su Dios siempre los acompañará; nunca los dejará ni los abandonará." Deuteronomio 31:6

Reconocer al Señor en tu vida te ayudará a descubrir aquellos aspectos que, en este momento de tu existencia, te harán sentir mejor y avanzar en el camino del crecimiento espiritual.

Si tratas de detener tu día unos minutos y te concentras en recordar algunas vivencias complejas que has pasado en tu vida junto a Dios, recordarás siempre el momento que tuviste de conexión con el Espíritu Santo. Recordarás que tus plegarias fueron escuchadas por Dios y se presentó una solución frente a tí.

Sin juzgar cómo se desenvolvió la situación, avanzamos y pudimos reconocer la bendición del Señor y cómo nos enseña en cada paso que damos hacia la luz.

Ten confianza en tu trabajo interior que vienes realizando, no lo fuerces pero no lo detengas nunca.

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"Y Dios puede hacer que toda gracia abunde para ustedes, de manera que siempre, en toda circunstancia, tengan todo lo necesario, y toda buena obra abunde en ustedes." 2 Corintios 9:8

El amor del Padre Celestial está repleto de amabilidad, de buen trato y de comprensión divinal al interactuar contigo en oración.

Te hará sentir siempre una prioridad al momento de ayudarte, si logras comprender que este acontecimiento que tienes entre manos se resolverá también en algún momento de tu transcurso de vida.

La actitud con la que enfrentemos el tema nos permitirá sentirnos realmente cerca de la Gloria de Dios y del Espíritu Santo. Si optamos por despojarnos de su amor, permanecerá en nuestro interior esa duda que se genera al pensar "¿Qué hubiera pasado si...?".

Sin juzgar las circunstancias que rodearon estas situaciones, podemos apreciar las bendiciones que el Señor ha derramado sobre nosotros y la forma en que nos guía a través de cada paso que damos en dirección a la luz.

El amor del Padre Celestial se manifiesta en la amabilidad, la comprensión divina y la atención que nos brinda durante nuestras oraciones. Él nos hace sentir como una prioridad, dándonos la seguridad de que cada situación, sin importar cuán difícil parezca, encontrará su resolución en el transcurso de nuestras vidas.

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"Más bien, cuando des a los necesitados, que no se entere tu mano izquierda de lo que hace la derecha, para que tu limosna sea en secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará." Mateo 6:3-4

Nunca debemos dudar de nuestra Fe hacia Dios. Tenemos una conexión única e irrepetible que nos ayuda a saltar esos muros que muchas veces construimos a nuestro alrededor. Esos miedos y prejuicios serán derrumbados al momento de reconectar profundamente tu corazón con la Gloria de Dios.

Grandes momentos de evolución en nuestras vidas implican el riesgo de dar saltos fuera de nuestra área segura. No te impacientes, ni pretendas avances extraordinarios en poco tiempo. Eso no sucede habitualmente, siempre debemos poder conocernos y comprender la verdad sobre este escenario o situación que nos toca vivenciar junto al Espíritu Santo

Es decir, ningún camino es más seguro que el fruto del trabajo y la Fe. Aunque te decepcione a veces, solo deberás hacer algún cambio para mejorar tu conexión espiritual con El Señor.


"Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia." Salmo 46:1

El Señor es paciente y tú debes comprender que ese don en tu vida te ayudará en todo momento y lugar. No se deben apurar los tiempos de maduración ni de descubrimiento. Debes aprender a esperar el momento adecuado para sanar y sentir que revive tu esperanza a diario.

No te desanimes si los resultados nunca son los esperados ni en los tiempos más rápidos. Seguramente la recompensa del Padre Celestial llegará con suavidad.

Se crece, no a los golpes, sino más bien, con los sentidos bien abiertos, el corazón dispuesto a perdonar. Los fracasos enseñan profundas lecciones, debes tomarte el tiempo de comprender qué se presentó en tu camino. Lentamente, todo encontrará su cauce junto a Dios. Debes tener Fé en tí y en el Señor, estarás siempre en compañía de su luz.




Versículo diario:


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