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La Escucha y Apertura Necesaria Diariamente

Recibir o dar consejos no es tarea sencilla. En el siguiente artículo desarrollamos algunos pilares fundamentales.

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“El camino del necio es recto a sus propios ojos, mas el que escucha consejos es sabio.” Proverbios 12:15

Para aprender a escuchar debemos primero comenzar cada día por nuestro ser interior.

No es una buena persona la que se dedica a dar consejos sin parar, sino más bien aquella que logra escuchar atentamente las necesidades personales y propias primero. De este modo podrá entregar su propio corazón a las manos del Señor.

El Espíritu Santo es la fuente fundamental de guía e iluminación a la hora de reconectar nuestro propio ser con Dios.

Si queremos escuchar a otras personas debemos estar en preparación constante junto al Padre Celestial.

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“Y estando él sentado en el tribunal, su mujer le mandó aviso, diciendo: No tengas nada que ver con ese justo, porque hoy he sufrido mucho en sueños por causa de él.” Mateo 27:19

Estaremos desarrollando nuestra empatía si diariamente logramos conectarnos desde nuestro más profundo amor con el Espíritu Santo.

Pero al mismo tiempo dicha escucha estará conectándonos a conciencia con otras personas que se nos acercan, en pedido de ayuda. 

De nada sirve escuchar si no tenemos un registro real del prójimo. Una buena manera de comprobar si nuestra escucha es eficiente es mediante el desarrollo de la empatía, la que nos posicionará en la mirada de la otra persona. De esta manera viviremos sus problemas como propios y podremos comprender qué camino tomó el Señor en su recorrido para poer sanar y seguir adelante.

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“Por tanto, oh rey, que mi consejo te sea grato: pon fin a tus pecados haciendo justicia, y a tus iniquidades mostrando misericordia a los pobres; quizás sea prolongada tu prosperidad.” Daniel 4:27

Si tienes que ayudar a alguien o dar un consejo, piensa primero en cómo lo harías si fueras tú.

Éste es un buen parámetro para tener en cuenta, ya que nunca nos aconsejaremos a nosotros o nosotras mismas de manera que nos pueda perjudicar. Así que pasar todo consejo por el filtro del Espíritu Santo y aconsejar como si el problema fuera propio es algo recomendado, ya que siempre tendremos presente a la Fe y la Gloria de Dios antes de hablar con alguien necesitado.


“Y ellos le respondieron, diciendo: Si hoy te haces servidor de este pueblo, y les sirves y les concedes su petición y les dices buenas palabras, entonces ellos serán tus siervos para siempre.” 1 Reyes 12:7

Si tienes al Señor de tu lado, aconseja solamente acerca de aquello que viviste personalmente y que conoces junto al Padre.

No es necesario inventar historias o moralejas ficticias. Tenemos todo un camino por recorrer si utilizamos este tipo de ideas con personas cercanas. Siempre debemos responder con la verdad y con la Palabra Sagrada. 

No hay ningún tipo de ventaja o de superioridad moral al responder algo que no conocemos o que simplemente debemos consultar con otra persona.

Muchas veces por un consejo mal dado o alguien que realmente no comprende nuestro problema, podemos llegar a profundizar un escenario de conflicto.


“Escucha el consejo y acepta la corrección, para que seas sabio el resto de tus días. Muchos son los planes en el corazón del hombre, mas el consejo del Señor permanecerá.” Proverbios 19:20-21

Si al momento de hablar y conectarnos con Dios, logramos mantenernos humildes, dejando de lado la vanidad que nos impulsa algunas veces, entonces realmente estaremos abriendo paso al amor sincero y verdadero del Padre Celestial.




Versículo diario:


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