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La Voluntad de Seguir Adelante

La voluntad de Dios es un tema que ha intrigado y cautivado a millones de hermanos y hermanas a lo largo de la historia. ¿Qué es lo que Dios desea para cada uno de nosotros? ¿Cómo podemos conocer y seguir su voluntad en nuestras vidas diarias?

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"Toda buena dádiva y todo don perfecto viene de lo alto, desciende del Padre de las luces, con el cual no hay cambio ni sombra de variación.” - Santiago 1:17

El camino hacia la comprensión de la voluntad divina no tiene por qué ser un misterio inescrutable. De hecho, Dios desea que sus hijos lo conozcan mejor, que sean dignos de su amor y servicio, y que le amen con todo su corazón. La clave para entender y seguir la voluntad de Dios está en estudiar la vida y las enseñanzas de Jesús, quien no solo habló sobre la voluntad divina, sino que también la puso en práctica a través de sus obras y milagros.

En los evangelios, encontramos una riqueza de enseñanzas de Jesús sobre la voluntad de Dios. Él nos mostró con su ejemplo cómo vivir una vida centrada en el amor y el servicio a Dios y a nuestros semejantes. Sus palabras y acciones revelaron la naturaleza amorosa y misericordiosa de Dios, así como su deseo de que sus hijos vivan en paz y armonía.

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"Entren por sus puertas con acción de gracias; vengan a sus atrios con himnos de alabanza; denle gracias, alaben su nombre.” Salmo 100:4

Una de las enseñanzas más claras de Jesús sobre la voluntad de Dios se encuentra en el conocido pasaje del Sermón del Monte. En este discurso, Jesús ofrece las bienaventuranzas, que son una guía para una vida bendecida por Dios. Nos dice que aquellos que son humildes, misericordiosos, pacificadores y justos, son bienaventurados y experimentarán la presencia de Dios en sus vidas.

Además, Jesús enfatiza la importancia de amar a Dios y amar al prójimo como a uno mismo. Nos enseña que toda la Ley y los profetas se resumen en estos dos mandamientos fundamentales. En otras palabras, el amor es el camino hacia la voluntad de Dios.

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"He aquí, hoy me voy por el camino de toda la tierra, y vosotros sabéis con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma que ninguna de las buenas palabras que el SEÑOR vuestro Dios habló acerca de vosotros ha faltado; todas os han sido cumplidas, ninguna de ellas ha faltado. Y sucederá que así como han venido sobre vosotros todas las buenas palabras que el SEÑOR vuestro Dios os habló, de la misma manera el SEÑOR traerá sobre vosotros toda amenaza, hasta que os haya destruido de sobre esta buena tierra que el SEÑOR vuestro Dios os ha dado.” - Josué 23:14-15

El ejemplo supremo de la obediencia a la voluntad de Dios se encuentra en la vida de Jesús. Él entregó su vida para la redención de la humanidad, obedeciendo el plan divino de salvación. Su crucifixión y resurrección son una demostración de su completa entrega y sumisión a la voluntad de Dios.

Siguiendo el ejemplo de Jesús, los creyentes pueden aprender a discernir y seguir la voluntad de Dios en sus vidas. Esto implica una vida de oración y comunión con Dios, buscando su guía y dirección en todas las decisiones importantes. La oración nos permite conectarnos con el Espíritu Santo, quien es nuestro Consolador y Consejero divino.


“Mientras él aún hablaba, se presentó una turba; y el que se llamaba Judas, uno de los doce, iba al frente de ellos; y se acercó hasta Jesús para besarle. Entonces Jesús le dijo: Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del Hombre? Viendo los que estaban con él lo que había de acontecer, le dijeron: Señor, ¿heriremos a espada? Y uno de ellos hirió a un siervo del sumo sacerdote, y le cortó la oreja derecha. Entonces respondiendo Jesús, dijo: Basta ya; dejad. Y tocando su oreja, le sanó” Lucas 22:47-51

También podemos estudiar y meditar en las Escrituras para comprender mejor la voluntad de Dios. La Biblia es una fuente inagotable de sabiduría y guía espiritual. A través de sus páginas, podemos conocer los propósitos y planes de Dios para la humanidad y para nuestras vidas individuales.

Es importante recordar que la voluntad de Dios puede no siempre ser lo que esperamos o deseamos. A veces, enfrentamos situaciones difíciles o adversidades que no comprendemos. Sin embargo, debemos confiar en que Dios tiene un plan para cada uno de nosotros y que su voluntad es siempre para nuestro bien.

La confianza en la voluntad de Dios implica una entrega total y una fe inquebrantable en su amor y sabiduría. Aunque no siempre entendamos sus caminos, podemos estar seguros de que Él nos guía y protege en todo momento.

En momentos de incertidumbre o confusión, podemos buscar la guía de líderes espirituales y consejeros que puedan ofrecer discernimiento y sabiduría en la búsqueda de la voluntad de Dios. La comunidad de creyentes puede ser una fuente de apoyo y dirección en nuestra vida espiritual.




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