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¿Qué tipo de pruebas y testimonios encontraremos a lo largo de nuestras vidas para comprender la Gloria del Señor? En el siguiente artículo podrás comprender algunos ejemplos.
“Dichoso el que resiste la tentación porque, al salir aprobado, recibirá la corona de la vida que Dios ha prometido a quienes lo aman.” Santiago 1:12
Por diversos motivos podemos mantenernos alejados del camino del luz e iluminación que nos provee el Espíritu Santo. Pero debemos intentar recordar y estar con la mirada y los pensamientos atentos, ya que la tentación y algunas costumbres pueden desviarnos de nuestro objetivo de Fe.
Resulta también sencillo ese camino, algo simple y recorfontante en la inmediatez con la que se concibe la recompensa o el placer. Pero justamente son esas condiciones las que nos predisponen a tomar decisiones que luego pueden afectar de un modo u otro a la integridad de nuestro espíritu.
Que nadie, al ser tentado, diga: «Es Dios quien me tienta.» Porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni tampoco tienta él a nadie. Santiago 1:13
Soportar la tentación significa ir a través de pruebas sin rendirse en absoluto, para de esa manera poder sobrevivir a la oscuridad que siempre se encuentra acechando para atacar, siempre que desprevenidos nos alejemos de los pasos del camino de Dios.
Es entonces de suma importancia recordar que soportar también significa atravesar un tiempo de tentación sin que nos permitamos cambiar nuestra actitud o compromiso para con Dios. Recordemos que Jesús nunca trataba a la gente de manera diferente cuando fue tentado y de la misma manera, cuando somos espiritualmente maduros, podemos seguir Su ejemplo. Jesús entiende exactamente a lo que enfrentamos cuando realmente nos enfrentamos cara a cara con la tentación.
Hermanos, si alguien es sorprendido en pecado, ustedes que son espirituales deben restaurarlo con una actitud humilde. Pero cuídese cada uno, porque también puede ser tentado. Gálatas 6:1
A veces Él permite que enfrentemos las tentaciones para que Él pueda llamarnos la atención en las áreas de debilidad en nuestras vidas y ayudarnos a superarlas, no olvidemos que ésta es una de sus tantas maneras de demostrarnos Su amor por todos sus hijos.
La única forma en que podemos tener todo lo que Jesús quiere que tengamos es convirtiéndonos en lo que Él nos creó para ser, y esa madurez viene a través de la superación de las distintas pruebas que Él se esmera en poner en nuestro camino.
“Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en misericordia”. Miqueas 7:18
Es entonces tiempo de decidirnos a ser pacientes a la vez que nos ponemos firmes en espíritu y no ceder ante la tentación que sólo busca alejarnos de nuestro Pastor; y al igual que Su palabra lo dicta.
Él no nos dará una carga mayor a la que podamos soportar, sino que junto con la prueba nos entregará la salida a ese problema, para seguir recorriendo los maravillosos caminos de Su voluntad divina.