¡Descarga la app!

Accede a más contenido como este.

Obstáculos a Tener en Cuenta al Momento de Crecer

Conoce las situaciones que se te pueden presentar a largo de nuestro camino. Descubramos en el siguiente artículo algunas de las más impensadas.

Publicidad


“Aunque el Señor os ha dado pan de escasez y agua de opresión, tu Maestro no se esconderá más, sino que tus ojos contemplarán a tu Maestro. Tus oídos oirán detrás de ti una palabra: Este es el camino, andad en él, ya sea que vayáis a la derecha o a la izquierda.” Isaías 30:20-21

El miedo, las tentaciones, la duda, uno mismo, la meta y el engaño son aspectos que pueden afectar nuestra vida espiritual y nuestra relación con Dios. Es importante reconocer y abordar estos desafíos para fortalecer nuestra fe y crecer en nuestro camino cristiano.

El miedo es un sentimiento natural que todos experimentamos en algún momento de nuestras vidas. Sin embargo, cuando permitimos que el miedo se alimente de nuestras inseguridades, puede convertirse en un obstáculo en nuestro camino espiritual. Es fundamental recordar que Dios nos ha dado un espíritu de poder, amor y dominio propio, y que podemos confiar en Él para superar cualquier temor que enfrentemos.

Publicidad


“Pero Él sabe el camino que tomo; cuando me haya probado, saldré como el oro. Mi pie ha seguido firme en su senda, su camino he guardado y no me he desviado. Del mandamiento de sus labios no me he apartado, he atesorado las palabras de su boca más que mi comida.” Job 23:10-12

Las tentaciones son una realidad en la vida de todo creyente. Superar las tentaciones no es fácil, pero es un desafío que nos permite crecer espiritualmente y fortalecer nuestra fe.

Es importante recordar que Jesús también fue tentado, pero Él resistió y nos dejó un ejemplo a seguir. Al enfrentar las tentaciones, debemos buscar la ayuda de Cristo, confiar en Su poder y resistir con la ayuda del Espíritu Santo.

Publicidad


“¿Cuán bienaventurado es el hombre que no anda en el consejo de los impíos, ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la silla de los escarnecedores, sino que en la ley del Señor está su deleite, y en su ley medita de día y de noche!” Salmos 1:1-2

La duda es otro desafío que puede surgir en nuestro camino espiritual. La duda puede surgir cuando nos alejamos de Cristo o cuando no recurrimos a Él en momentos de necesidad. Es importante recordar que la duda no es un pecado en sí misma, pero debemos abordarla y buscar respuestas en la Palabra de Dios y en la comunión con otros creyentes. Al acercarnos a Dios con nuestras dudas, podemos fortalecer nuestra fe y encontrar la claridad que necesitamos.

Uno mismo puede convertirse en su propio enemigo en el camino de la fe. A veces, nuestras propias debilidades y malas decisiones pueden alejarnos de Dios. Es importante reconocer nuestras fallas y buscar la ayuda de Dios para fortalecer nuestro espíritu y resistir las tentaciones. La humildad y la dependencia de Dios son clave para superar nuestros propios obstáculos y crecer en nuestra relación con Él.


“Pero a ese profeta o a ese soñador de sueños se le dará muerte, por cuanto ha aconsejado rebelión contra el Señor tu Dios que te sacó de la tierra de Egipto y te redimió de casa de servidumbre, para apartarte del camino en el cual el Señor tu Dios te mandó andar. Así quitarás el mal de en medio de ti.” Deuteronomio 13:5

Fijar nuestra atención en la meta es importante, pero también debemos recordar la importancia del presente. A veces, nos enfocamos tanto en alcanzar nuestras metas espirituales que descuidamos las pruebas y desafíos que se nos presentan en el presente.

Es fundamental vivir cada día con una actitud de gratitud y buscar la voluntad de Dios en cada momento. Al hacerlo, encontraremos un crecimiento espiritual más profundo y una mayor conexión con Dios.


“Porque yo sé que después de mi muerte os corromperéis y os apartaréis del camino que os he mandado; y el mal vendrá sobre vosotros en los postreros días, pues haréis lo que es malo a la vista del Señor, provocándole a ira con la obra de vuestras manos.” Deuteronomio 31:29

El engaño es una de las estrategias más comunes del enemigo para alejarnos de Dios. Las tentaciones pueden tomar muchas formas y pueden engañarnos fácilmente si no estamos alerta. Permanecer en comunión constante con Cristo nos ayuda a discernir el engaño y a resistir las tentaciones.

La oración, el estudio de la Palabra de Dios y la comunidad de creyentes son herramientas poderosas para mantenernos firmes en nuestra fe y evitar ser engañados.

El miedo, las tentaciones, la duda, uno mismo, la meta y el engaño son desafíos comunes en nuestra vida espiritual. Reconocer y abordar estos desafíos nos ayuda a fortalecer nuestra fe y crecer en nuestra relación con Dios.

Con la ayuda de Cristo y el poder del Espíritu Santo, podemos superar estos obstáculos y vivir una vida plena y significativa en nuestra fe cristiana.




Versículo diario:


Artículos anteriores

Oraciones y Plegarias del mes de Mayo

Aprendiendo a Cuidar la Vida