Muchas veces el desánimo nos lleva a formularnos preguntas casi existenciales. Ésta es una de ellas, con la que nos preguntamos si somos merecedores del amor Divino.

"El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor.”1 Corintios 13:4-5

Porque Su amor es infinito. Esta es una constante a lo largo del legado escrito que Cristo nos dejó: La Santa Biblia, donde no sólo a través de las palabras sino que respaldado por Sus actos, el Santísimo nos demuestra página tras página que el amor es la única respuesta, es el camino que nos llevará finalmente a la salvación y la vida eterna.

“Por la mañana hazme saber de tu gran amor, porque en ti he puesto mi confianza. Señálame el camino que debo seguir, porque a ti elevo mi alma.” Salmos 143:8

Porque somos únicos y especiales. Sabemos que nada es casualidad en el camino del Señor, y es por eso que el hecho que Él nos escogiera tampoco escapa esta idea. Tal es así que sabemos asimismo que cada uno de nosotros tenemos una misión específica en esta vida, razón que nos hace especiales a los planes de Dios y que nos dota de un perfil único para llevarla a cabo, haciéndonos únicos como personas.

“Que nunca te abandonen el amor y la verdad: llévalos siempre alrededor de tu cuello y escríbelos en el libro de tu corazón. Contarás con el favor de Dios y tendrás buena fama entre la gente.” Proverbios 3:3-4

Porque Él es nuestro refugio. Habiendo hablado ya acerca del camino de Dios y de nuestra misión en esta vida, también debemos recordar que lo antes mencionado no es tarea fácil, puesto que es en el camino donde forjamos nuestro espíritu y fortalecemos nuestra Fe. Dichos caminos se encuentran plagados de pruebas que el Señor pone delante nuestro para soportar lo que vendrá, y es por eso que solamente en Él encontramos el refugio cuando sentimos que no tenemos más fuerzas.

“Y nosotros hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama. Dios es amor. El que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.” 1 Juan 4:16

Porque es nuestro Padre. De la misma manera que nosotros somos hijos Suyos, Él es nuestro Padre, con todo lo que la palabra implica. En Él encontraremos la caricia que dice “te amo”; la sabia palabra que nos aconseja siempre para bien; la penitencia cuando pretende que reflexionemos acerca de nuestra conducta y la protección que nos da la tranquilidad de saber que Él permanecerá siempre a nuestro lado.

“Si tengo el don de profecía y entiendo todos los misterios y poseo todo conocimiento, y si tengo una Fe que logra trasladar montañas, pero me falta el amor, no soy nada.” 1 Corintios 13:2

Porque Él es el camino, la verdad y la vida. Y porque todo nos conduce a Cristo; porque Cristo es amor y el amor es la expresión más pura de la verdad, el sinceramiento de nuestra alma que permite expresarnos de tal manera. Entonces no es nada descabellado pensar al amor como combustible para que podamos transitar con alegría el camino de Dios. Porque Dios es el camino, la verdad y la vida.