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¿Cuál es el significado detrás de estas palabras que tanto resuenan a lo largo del camino del Señor? ¿Qué explicación aguarda en cada una de ellas?
“Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra.” 2 Timoteo 3:16-17
Aleluya. La palabra Aleluya es una exclamación bíblica de júbilo, muy común en las Sagradas Escrituras, que se adoptó para su uso litúrgico en el judaísmo y en el cristianismo. Para la mayoría de los cristianos, esta es la palabra más alegre para alabar al Creador. Uno de los términos más característicos y más ricos del vocabulario de la alabanza es el halelu del hebreo, que ordinariamente traducimos por «alabad». «Hallelujah» es una adaptación de la expresión hebrea hallelu-Yah, que significa literalmente «alaben ustedes a Yah» o «alabad a Yah».
“Háganlo todo sin quejas ni contiendas, para que sean intachables y puros, hijos de Dios sin culpa en medio de una generación torcida y depravada. En ella ustedes brillan como estrellas en el firmamento, manteniendo en alto la palabra de vida.” Filipenses 2:14-16
Amén. Amén es una palabra de origen hebreo que suele traducirse como «así sea», con un sentido aprobatorio, o «así es», como símbolo de reafirmación de la Fe. Empleada en el judaísmo, posteriormente también fue adoptada por el cristianismo y después por el islam, esta palabra es una de las aclamaciones litúrgicas más frecuentes, y se utiliza generalmente como fórmula para concluir las oraciones. En hebreo asquenazí se pronuncia omein. El término «amén» es símbolo de confirmación y de afirmación. El significado real de la palabra es ‘en verdad’, ‘ciertamente’ o ‘que conste’. Popularmente se le ha dado el significado de ‘así sea’, ‘palabra de Dios’ o, simplemente, ‘sí’. En efecto, la raíz de este adverbio implica firmeza, solidez, seguridad, y en hebreo es la misma que se utiliza para el vocablo «Fe».
“Jesús se dirigió entonces a los judíos que habían creído en Él, y les dijo: —Si se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.” Juan 8:31-32
Tedeum. Te deum, que en latín significa: ‘A ti, Dios’, es uno de los primeros himnos cristianos y es tradicional de acción de gracias. Suele ser entonado en momentos de celebración. El himno continúa siendo regularmente utilizado por la Iglesia católica, en el Oficio de las Lecturas encuadrado en la Liturgia de las Horas. También se suele entonar en las misas celebradas en ocasiones especiales como en las ceremonias de canonización, la ordenación de presbíteros y proclamaciones reales. Los cardenales lo entonan tras la elección de un papa. Posteriormente, los fieles de todo el mundo para agradecer por el nuevo papa, se canta este himno en las catedrales.
“Te humilló y te hizo pasar hambre, pero luego te alimentó con maná, comida que ni tú ni tus antepasados habían conocido, con lo que te enseñó que no sólo de pan vive el hombre, sino de todo lo que sale de la boca del Señor.” Deuteronomio 8:3
Hosanna. La palabra hosanna (latín osanna, griego hōsanná) deriva del hebreo hoshia-na que es la forma corta para hosi‘a-na del arameo que significa "salva, rescate, salvador". En la Biblia se utiliza solo en el sentido de "ayuda, socorro" o "danos la salvación." En liturgia judía, la palabra se aplica específicamente al Servicio de Hosanna, un ciclo de oraciones del que una selección se canta cada mañana durante Sucot, la Fiesta de las Cabañas o Tabernáculos. "Hosanna" fue la exclamación de alabanza o adoración hecha en reconocimiento de la mesianidad de Jesús en su entrada triunfal en Jerusalén, "¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!" Se utiliza de la misma manera en las alabanzas cristianas, especialmente el Domingo de Ramos.