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Retomando el Contacto Celestial

Este es un momento especial para conectar tu corazón junto al Espíritu Santo. Descubre en el siguiente artículo las formas de retomar el contacto con el Padre Celestial.

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“Allí habrá una calzada, un camino, y será llamado Camino de Santidad; el inmundo no transitará por él, sino que será para el que ande en ese camino; los necios no vagarán por él.” Isaías 35:8 .

La gestión adecuada del tiempo puede resultar un desafío para muchos, lo que a menudo lleva a postergar aspectos fundamentales de nuestra vida espiritual. Es así como surgen excusas como "no tengo tiempo para Dios" o "ahora mismo estoy ocupado haciendo otras cosas como para orar".

Sin embargo, lo que a menudo ignoramos es que al dedicar tiempo a Cristo, ganamos en perspectiva y serenidad para enfrentar los desafíos cotidianos desde una mirada divina. La conexión con el Espíritu Santo no es una tarea para cumplir con una obligación, sino una oportunidad para nutrir nuestro ser interior y encontrar consuelo en la presencia amorosa del Padre Celestial.

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“El que dice que permanece en Él, debe andar como Él anduvo.” 1 Juan 2:6

Resulta curioso escuchar a algunas personas decir que han "intentado" conectar con Dios sin éxito, como si se tratara de un experimento sin resultados tangibles. La verdad es que la Fe y el amor son dones que se cultivan con paciencia y perseverancia, y que nos brindan consuelo y sanación en nuestro camino espiritual.

Para aquellos que sienten que dedicar tiempo a la conexión espiritual es una carga o una tarea tediosa, es importante recordar que cada uno puede encontrar su propio ritmo y método para acercarse a Dios. No se trata de cumplir con una obligación, sino de cultivar una relación íntima y significativa con nuestro Creador.

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“Así dice el Señor, tu Redentor, el Santo de Israel: Yo soy el Señor tu Dios, que te enseña para tu beneficio, que te conduce por el camino en que debes andar.” Isaías 48:17

El secreto para seguir el camino de Dios radica en tener convicción y amor hacia Él, reconociéndonos como dignos hijos e hijas de su creación. Al consagrar nuestra vida a Dios, encontramos un propósito más profundo y experimentamos la luz sanadora de su amor en nuestro corazón.

Por eso, cualquier tiempo que dediquemos a la oración y la comunión con Dios será suficiente para nutrir nuestra alma y sentir su presencia reconfortante en cada paso que damos.

Comenzar la jornada con un breve momento de oración puede ser un faro que nos guíe hacia la paz y la claridad mental. Un simple agradecimiento por las bendiciones recibidas, una petición de guía para el día o la lectura de un versículo inspirador pueden marcar la diferencia en nuestro estado de ánimo y enfoque.


“Y enséñales los estatutos y las leyes, y hazles saber el camino en que deben andar y la obra que han de realizar.” Éxodo 18:20

Ayudar a los demás, ya sea a través de acciones concretas o simplemente con una palabra amable, es una forma de poner en práctica nuestra fe y reflejar el amor de Dios en el mundo. Este tipo de acciones nos conectan con la esencia de la divinidad y nos llenan de satisfacción personal.

Encontrar el tiempo para Dios no es una tarea fácil, pero sin duda es una de las más gratificantes. Es un camino de amor, sanación y transformación que nos conduce hacia una vida más plena y significativa.

No importa cómo elijamos conectar con la divinidad, lo importante es hacerlo con un corazón sincero y abierto a la gracia divina. En este viaje espiritual, encontraremos la verdadera paz, el amor incondicional y la profunda conexión con el Padre Celestial.




Versículo diario:


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