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Siendo Guiados por la Luz Divina

Deja de mirar atrás, siempre viviendo el presente para construir un mejor futuro. Encuentra en el siguiente artículo el camino iluminado para tu corazón.

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"El justo florecerá como la palmera; crecerá como cedro en el Líbano. Plantados en la casa del Señor, florecerán en los atrios de nuestro Dios."  Salmo 92:12-13

Hay una expresión en latín que dice “Memento mori”, que podemos traducir como “recuerda que eres mortal”. El origen de esta frase se encuentra en la Antigua Roma. Cuando un general victorioso, tras derrotar al ejército enemigo, hacía su entrada triunfal en Roma, oyendo los aplausos del público, un esclavo se encargaba de susurrarle al oído esta frase una y otra vez para recordarle que el ser humano tiene sus limitaciones, entre ellas, la finitud de su vida.

Por este motivo es que debes vivir el hoy al máximo, disfrutar de cada momento, hacer de cada día una experiencia inolvidable junto al Señor. El único que vive eternamente junto con Jesús en el Templo de los Cielos.

Si vivimos conectados al Espíritu Santo, te darás cuenta de que al mismo tiempo de transitar un mundo diferente y repleto de bendiciones, conocerás a tu ser interior y espiritual, se reflejará como un espejo.

Pero no te cierres únicamente en tus pensamientos, intenta también conectar con otras personas que se encuentren en el camino de la Fe. Que tienen distintas ópticas y vivencias con respecto al amor que recibieron por parte del Padre Celestial. Estamos recorriendo un camino único, no debemos olvidar eso nunca. Acompañados por El Salvador, y un desarrollo terrenal y espiritual, camino a la gloria infinita que nos brindó Jesús.

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"Encomienda al Señor tu camino; confía en él, y él actuará."  Salmo 37:5

Recordar que podemos vivir cada instante con mayor intensidad, con más entrega a la Fe, valorando la Gloria de Dios, una de las cosas importantes y que debemos mantener presente siempre en nuestros pensamientos y emociones.

Sentir al Espíritu Santo cerca nos hace lanzarnos con Fe durante el camino cuando se presenten momentos y oportunidades para poder crecer, lo que nos dará muchas recompensas en la vida cotidiana.

Puedes recordar que eres un ser humano, una creación divina del Señor y que la vida es un regalo que hay que aprovechar día a día. Debemos poder confiar en esa simple idea, pero que es el motor de vida que nos ayudará a seguir adelante, cueste lo que cueste.

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"El Señor será refugio del oprimido, fortaleza en tiempos de angustia."  Salmo 9:9

La oración es nuestra línea directa con el Creador, una herramienta poderosa que nos permite expresar nuestras necesidades, agradecimientos y peticiones. Olvidemos la imagen tradicional del niño rezando a los pies de su cama y adoptemos la oración como una práctica constante, accesible en cualquier momento y lugar. Al igual que llamamos a un ser querido para expresar nuestro cariño y gratitud, podemos recurrir a la oración en todo momento, fortaleciendo así nuestra relación con Dios.

Somos instrumentos de conexión espiritual que Dios usa para guiar a muchos en el mundo. En oración, agradecemos diariamente por las oportunidades recibidas. También agradecemos cada enseñanza que nos mejora como personas y nos conecta más con el Espíritu Santo. No olvidemos que nuestras plegarias son una tarea diaria que debemos cultivar con paciencia y amor para que se hagan realidad y el Señor nos bendiga con su amor.


"Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza." - Jeremías 29:11

Tienes todas las herramientas necesarias para cumplir la misión divina de Dios. Sin dudas ni pensamientos negativos, sigue tu objetivo celestial. La sabiduría que recibimos de las Escrituras, la fortaleza en Cristo, y el poder de la oración son pilares fundamentales en nuestra vida cristiana. Al incorporar estas prácticas en nuestro día a día, nos convertimos en faros de luz y amor en nuestra comunidad, reflejando la gracia y la misericordia de Dios en todo lo que hacemos.

La relación con nuestro Padre Celestial es eterna y esencial. Él es nuestra guía constante, nuestra fortaleza en momentos de debilidad y nuestro refugio en tiempos de dificultad. Al confiar en Su plan y en Su amor incondicional, encontramos la paz y la dirección necesarias para navegar por la vida. Esta relación nos ofrece un ejemplo perfecto de amor y cuidado, inspirándonos a vivir vidas llenas de fe, esperanza y caridad.

Seimpre recordemos que nuestras acciones diarias, guiadas por la fe y el amor, tienen el poder de transformar no solo nuestras vidas, sino también las de aquellos que nos rodean. Seamos siempre conscientes de la importancia de nuestras decisiones y busquemos honrar a Dios en todo lo que hacemos, sabiendo que estamos llamados a ser sus manos y pies en la Tierra.




Versículo diario:


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