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Un Viaje con Destino al Amor Eterno

Si tienes alguna duda sobre tu destino de vida y tu propósito en este camino de oportunidades no dudes en ingresar. En el siguiente artículo encontrarás un puente para conectar tu voluntad divina.

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"A las montañas levanto mis ojos; ¿de dónde ha de venir mi ayuda? Mi ayuda proviene del Señor, creador del cielo y de la tierra." Salmo 121:1-2

Si te encuentras en un momento particular donde no logras encontrar tu eje, comienza a escuchar tu ser interior. ¿Tu espiritualidad está conectada? Comprender cómo estamos sintiendo el amor del Señor vibrar en nuestro cuerpo es la clave para equilibrar nuestra paz interna. Todo lo que te rodea, tiene algún tipo de ingerencia en tu ser. Tu cuerpo, tu mente y tu corazón son tu brújula cotidiana que te ayuda a comprender los motivos por los cuales te encuentras en este mundo.

Los anhelos pueden estar tomando direcciones contrarias a tus emociones y pensamientos. Es por eso que debes contemplar y darle prioridad al Padre Celestial. Para que sientas esa paz interior que brindan sus bendiciones, sin forzar ni tomar decisiones que te resulten incómodas, concéntrate en superarar este momento en donde pareces estar en una nube que tapa el camino de luz a seguir. 

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"La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden." Juan 14:27

Cuando emprendemos un viaje o salimos a caminar, comenzamos a transitar con un rumbo en algún sentido incierto. Tenemos muchas ideas sobre el camino, cómo realizar dicho recorrido, el modo de transitarlo, la meta hacia la que nos dirigimos, etc. La realidad nos mostrará que todo lo que teníamos planificado o pensado quizás no se alinee en lo que ocurrió realmente. Existen momentos particulares y situaciones sin contemplar que nos ocurrirá sin darnos cuenta.

En muchas oportunidades, tendremos que recalcular el rumbo con mucha "cintura". Al toparnos con personas o aprendizajes en nuestro día a día, podremos valorar todas las bendiciones que recibimos del Espíritu Santo.

Encontraremos novedades a cada paso, cambios en el paisaje, alguna persona con la que cambiaremos un diálogo, estaremos más o menos cansados y disfrutaremos más o menos del recorrido. Lo mismo sucede con las relaciones en nuestras vidas.

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"Pues los sufrimientos ligeros y efímeros que ahora padecemos producen una gloria eterna que vale muchísimo más que todo sufrimiento." 2 Corintios 4:17

La flexibilidad ante las situaciones planteadas, los cambios que cada persona crea necesarios para estar más cerca de la Fe, serán bien recibidos. Aceptándonos, como lo hace nuestro Padre Celestial con cada uno de sus hijos e hijas. Debemos agradecer en oración diariamente todas las bendiciones que nos rodean. Minimizando los conflictos y problemas y dándole un enfoque de misericorida, sin perder de vista el rumbo hacia el Señor.

El camino está claramente trazado, y la guía para recorrerlo es Dios. El viaje a la paz y al destino de amor eterno es simple: mantén la esperanza, ora diariamente, haz la lectura regular de la Biblia y ten buenas relaciones con tu entorno.

Agradece la posibilidad de disfrutar la naturaleza, los animales y de compartir con tus seres queridos. Tus acompañantes de ruta estarán presentes siempre que exista respeto y amor muto. Te brindarán pilares necesarios para tener amor propio y para dar el necesario alcanzando la luz del Espíritu Santo.


"Después de haber orado, tembló el lugar en que estaban reunidos; todos fueron llenos del Espíritu Santo, y proclamaban la palabra de Dios sin temor alguno." Hechos 4:31

Seguramente escuchamos con anterioridad  una frase que dice algo así como "que no elegimos a nuestra familia". Quizás no sea tan así. Es posible que crecer juntos haya desarrollado muchas características particulares en el interio de su ser.

Es posible que en cada núcleo familiar existen particularidades que amamos y que encontramos en nuestro corazón. Las hemos madurado allí, aun las que provienen de tiempos difíciles. Por eso el camino sano en situaciones duras, se inicia a veces en el perdón y la reconexión con el Espíritu Santo.

Continúa en la proximidad y el cariño por el Señor. En cada recodo del sendero nos puede acechar un abrazo sincero, una mirada cómplice, un amor verdadero y un milagro de Fe.




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