No debemos olvidar que existirán oportunidades durante el camino. Aprende a distinguir esas puertas abiertas en el siguiente artículo.

“Oh Dios, no guardes silencio; No calles, oh Dios, ni te estés quieto” Salmos 83:1

Poder entender que Dios nos brinda oportunidades en todo momento del trayecto en la existencia, nos hará sentir mejor y podremos avanzar en el camino del crecimiento espiritual de un modo especial.

Si tratas de detener tu actividad unos minutos, y recordar algunas vivencias difíciles que has pasado en tu vida junto a Dios, podrás observar que en todos los casos es posible que haya existido un elemento común. El amor por Dios, la perseverancia y la Fe, junto con el abono cotidiano de la esperanza con la oración, fueron factores determinantes para que puedieras seguir adelante seguramente.

No debes olvidarlo nunca, nuestro Padre Celestial nos brinda sus bendiciones de amor y de Fe para que podamos crecer y aprender día a día cómo ser mejores personas.

“Bendito el hombre que confía en el Señor y pone su confianza en él.” Jeremías 17:7

Dios nos guía con amabilidad, nos ayuda a tener un buen trato y comprensión al interactuar con tus seres queridos. Este es un valor importante que alguien puede tener, mostrando empatía e interés por las  persona que la rodean.

En estos días, cualquier conflicto que se presente se resolverá por esta vía, la amabilidad, la discreción, la suavidad en los vínculos. No forzar nada, ese camino sólo conduce al quiebre.

El modo más seguro de lidiar con situaciones negativas o no deseadas siempre será junto al Espíritu Santo. No busques resultados rápidos porque duran poco. Debes armarte de paciencia y luchar por tus valores: permanece en el camino del Señor y aprenderás a mirar a las otras presonas de una manera única.

“¿Y de quién te asustaste y tuviste miedo, cuando mentiste y no te acordaste de mí, ni pensaste en ello? ¿No es acaso porque he guardado silencio por mucho tiempo que no me temes?” Isaías 57:11

Ningún camino es más seguro que el fruto de seguir el camino de bendiciones del Padre Celestial. Aunque muchas veces caigas en decepciones o a veces, no confíes en tus decisiones, debes permanecer en calma, con los sentidos abiertos y el corazón dispuesto a recibir la iluminación y la Gloria del Señor. En su plan divino, Dios tiene para cada hijo e hija una misión única, de permanente evolución, representando instancias de aceptación y de evolución personal, emocional y espiritual. ¿Ya viste el milagro de hoy? ¿Encontraste la conexión con el Espíritu Santo para poder sanar y seguir adelante en tu día?

"Pero que pida con fe, sin dudar, porque quien duda es como las olas del mar, agitadas y llevadas de un lado a otro por el viento." Santiago 1:6

Ten confianza en tu trabajo interior, no lo fuerces pero no lo detengas. No se deben apurar los tiempos de maduración: no se apura la cosecha, el fruto lleva su tiempo y debes aprender a esperarlo. Pero no te desanimes si los resultados no son rápidos, llegarán a su tiempo y serás recompensado. Con suavidad se crece, no a los golpes. Los fracasos enseñan profundas lecciones, debes tomarte el tiempo de entenderlo y lentamente, todo encontrará su cauce. Debes tener Fé en tí y trabajar en tu serenidad.