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Estar conscientes de los hechos y acciones que nos rodean nos hace poder tener una base deconvicciones asegurada. Parte del hecho de tener Fe y seguir al Espíritu Santo tiene que ver con esto. Conocer los hechos descriptos en la Santa Biblia. Poder interpretarlos, interiorizarnos en las misas, poder en oración conectarnos con la Gracia de nuestro Señor. Toda y cada una de estos pasos nos acercan hacia la iluminación y la salvación.Nuestra actitud para aquellas personas que no crean en nuestro Dios o simplemente estén alejadas de la Fe, debe ser abierta, amistosa y por sobre todo, debe ser inclusiva. Muchas prácticas resultan hirientes para aquellas personas que creen tener un poder superior o especial al encomendarse en el camino del Señor. No debemos caer en discusiones de Fe ni en contrastar experiencias. Todos tenemos lugar en el reino de los Cielos.
