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Si deseamos recibir durante todos los días la iluminación y la guía del Espíritu Santo, debemos comprender que de nuestra parte deberemos ser disciplinados, practicantes activos, ya que será alimento para nuestras almas.
Al depositar en la Fe todo nuestro corazón, sentiremos a nuestro Señor mediante sus pruebas y mensajes que nos harán reflexionar e interpelarán.Poder tener la certeza que estamos en la dirección correcta, tomando las decisiones acordes con los Planes de Dios Padre, nos darán las herramientas necesarias para no olvidarnos del sacrificio que hizo Jesús en la Cruz.
Su ejemplo debe concedernos el tiempo y la predisposición para orar y obrar en beneficio de quienes más lo requieran.
